miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿¿FELIZ?? NAVIDAD...

     Hay una cosa que está clara, para ser guay: tienes que odiar la Navidad. Debes echar pestes de todo tipo de reuniones familiares, ya sean las navideñas o las BBC (bodas, bautizos y comuniones), así como de cualesquiera eventos de carácter “filial”, desde el cumpleaños de la abuela, hasta la barbacoa veraniega de las fiestas del pueblo. Pero ojo, lo más importante de todo, es jactarse bien de ello… alardear sin escrúpulos acerca del desolador panorama que nos espera en esa comida, cena, ceremonia…que estamos intentando eludir por todos los medios.
     Pues bien, quede claro que no soy guay, no soy nada guay, soy cero guay: me gustan las reuniones familiares, me encanta celebrar lo que sea, especialmente alrededor de una buena mesa, y me gusta la Navidad.
     Por supuesto que no me gusta “todo” de la Navidad. La mayoría de los adornos navideños urbanos  me parecen megahorteras, encuentro absolutamente insensato el colocar adornos luminosos que consuman electricidad, y totalmente irracional e injusto, que dicho despilfarro deba pagarse del bolsillo de todos, incluso del de aquéllos que aborrecen la navidad o del de aquéllos que, por convicción religiosa, no la celebran. Que en tu casa tengas un belén viviente…pues olé tú, pero que tenga que pagar yo uno de mis impuestos…es como cuando ves esas atrocidades de hojalata espachurrada pretendidamente artística,  en medio de una rotonda…y piensas…¿por qué no hay una casilla para estas cosas en la declaración de la Renta? “Estoy a favor de los constructos informes en las rotondas, no estoy a favor de las luces navidañas…etc…”
     Otra cosa totalmente ida de madre por estas fechas, es el tema de los regalos. Hacer y recibir regalos es algo fantástico, además de un estupendo ejercicio de generosidad y humildad (es decir, cuando tú te dejas una pasta en esos guantes de piel estupendos que has encontrado después de patear la ciudad de arriba abajo durante una semana, y recibes el reloj que regalaban el mes pasado en el súper por la compra de dos salchichones…Eso es una cura de humildad y lo demás son tonterías…), pero de ahí, a esas montañas interminables de regalos, que hacen que la Navidad pierda cualquier otro sentido…pues me parece un “exceso excesivo”, sobre todo para los niños, que se han cansado del juguete en cuanto han terminado de romper el envoltorio, y que, tras 7 u 8 paquetes descubiertos, tienen la desfachatez de preguntar si no queda ninguno más…
     Luego está el tema de la comida. Yo con esto es con lo que menos problema tengo…digamos que no me cuesta un gran esfuerzo sorber las ostras, rechupetear los percebes, pringarme las manos con las cigalas al horno y las chuletas de cordero, hacer bricolaje con las pinzas de los bogavantes, parar tranquilamente para regarlo todo bien, y terminar con un empacho de pasta de almendra oculta bajo diferentes y diabólicas formas (véanse turrón blando, duro, mazapanes, polvorones, pan de Cádiz, marquesas…). Pero la verdad: la mayoría de esto se puede comer en mejores condiciones en cualquier otro momento del año, muchísimo más barato y probablemente hasta más fresco, y valora uno más unas almejas en salsa, cuando son el atractivo principal del menú (que bien lo merecen) y no uno de los múltiples entrantes, a cual más suculento, de una pantagruélica lista. Vamos, que se casi se le atrofian a uno los sentidos de tanta sobreexposición…
     Pero sí, me gusta la navidad, o al menos, me gusta lo que la navidad implica y me permite,  que por supuesto, nada tiene que ver con lo que la navidad “es” o “debería ser”, pero casi doy por hecho que eso ha dejado de existir, al menos en mi entorno más inmediato. No conozco a ninguna familia que vaya a la misa del Gallo, que lea la biblia, que bendiga la mesa, o que se acuerde siquiera de cuál es el origen de todo esto. He estado en salones de ateos decorados con belenes (que se apuntan rápido al carro de lo que “mola”, como casarse por la iglesia…), y casas de españolitos católicos a las que Papá Noel, Olentzero, Santa Claus…viene mucho más cargado que los reyes magos de oriente.
     Lo cierto es que a mí todo eso me da igual, la navidad en sí, la "natividad del señor", que ni siquiera fue el 24 de Diciembre, como casi todos sabemos, no significan nada para mí. Los belenes me parecen una horterada como un piano, y tampoco soy una devota del espumillón,  simplemente procuro no caer en cosas demasiado absurdas ni contradictorias, dejar el consumismo exacerbado para las rebajas, y disfrutar con alegría de lo que  la navidad me brinda: unos días de vacaciones y buen comer al lado de familia y amigos, además de una excusa perfecta para hacer pastas con forma de reno (que alguien me regale esos moldes del Ikeaaaaaaa!!!!!!).
     Así que a pesar de todooooo…   ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Las viñetas están tomadas de www.lacomunidad.elpais.com

lunes, 20 de diciembre de 2010

¿¡PALETA DE YOOOOORRRKK!? ¡¡¡JAMÓN COCIDO C**O!!!

     <<Como se acercan fechas de regalos,  habrá que ir pensando en la  wish list, mucho más moderna y efectiva que la típica carta a los reyes. Por un lado, estoy dudosa entre una gabardina y una americana, pero al final me decanto por un trennnnnnnnch y una blazerrrrrrrrrr, mucho menos vulgares que los primeros. También había pensado en un vestido de corte amplio, pero al final prefiero uno oversizeeeeeeeee, que está como más en vogue y no simplemente de moda… Todo esto viene por querer adecuar mis outfits al celeb style, en lugar de imitar los conjuntos de las famosillas, y llegar a ser una auténtica it girl, y no simplemente una chica del momento. También me gustarían unos pep toe en color nude, porque los zapatos abiertos color carne, no me hacen juego con el bolso de moda del invierno pasado, que ya no es un it bag. Ahora lo más in son los clutch, que han desterrado a las carteras de mano, y además quedan genial con unas bangles en lugar de las mediocres pulseras…
     Luego está el tema de los aperitivos de empresa, que menos mal que ahora se hace un lunch servido por un catering, en el que están todos los partners que han participado en el coaching de este año. Después del lunch, tenemos un afterparty, aunque no está confirmado, porque no aparece en el planing que nos dieron con los folders en el último meetting…>>
¡¡¡¡¡¡¡¡¡JAMÓN COCIDO COOOOOOOOOOOOOOOOOO*********OOOOOOO!!!!!!!!!!
    Dicho esto…lo primero que quiero para los reyes o el Olentzero o el que se tercie…es la Ortografía de la lengua española (que todavía tengo faltas y me horroriza). Me gusta el castellano, es más, amo mi lengua materna, es el más preciado tesoro que me han legado mis antepasados, es mi vehículo, me encanta conocerlo, estudiarlo, descubrir curiosidades etimológicas, comprobar que las palabras que usaban mis abuelos y de las cuales nos reíamos mis primos, mis hermanas y yo, no sólo no son incorrectas, sino que forman parte de la increíble riqueza léxica de nuestra lengua, que es, digámoslo de paso, bonita donde las haya. ¿Cómo se puede no amar una lengua donde puedes llamar a alguien estúpido de remate, utilizando un término tan elegante y fonéticamente perfecto, como “necio” o “inepto”? Me ponen enferma los anglicismos, y me entristezco cada vez que abro un periódico o revista y los veo por doquier. Últimamente invaden el mundo de la moda, y ya no hay ningún pudor en exhibir carteles dentro de las tiendas donde uno puede leer cosas como “Blazer 59,95” o “Trench -40%”.
Pero POR FAVORRRRRRRRRRRRRRRRR DE LA VIDAAAAAAAAAAAAAAA
¿¿¿¡¡¡¡CÓMO SE PUEDE SER TAN ESTÚPIDO, TAN NECIO, TAN MENTECATO, TAN MEMO, TAN MAMELUCO, TAN BOTARATE, TAN INNNNNNEEEEEPPPPPPPTTTTTTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!????


     Y una vez descargada mi ira sobre esta cuestión (lo siento, pero es que me enerva)…también me pido un pasapurés o chino de toda la vida, pero que se pliegue o sea pequeño, que no tengo más sitio en la cocina, una máquina sencillita de hacer pasta, de esas con manivela que van sacando los fideos y tienen para unos cuantos grosores, cualquier cosa que me pueda servir para los cuatro bodorrios que tengo en 2011 también será bienvenida, y ni que decir tengo acerca de nancys y leslys… Pero vamos, paz, amor y ANTE TODO: ¡¡¡¡UN TRABAJOOOOOO!!!! Que eso sí que parece ya cosa de magia…

martes, 14 de diciembre de 2010

SER Y QUERER SER…”THAT” IS THE QUESTION…

     Pues sí, en lo tocante al más acá, el ser o no ser se nos pierde un poco en el horizonte  ontológico, y puesto que somos (seamos realmente o no) o nos percibimos como siendo,  en el aquí y ahora, suele cobrar más importancia el ser o querer ser…
     Lo que quiero  decir con esto, es que no todos los días le invade a uno la angustia existencial del significado de la vida, el sentido de la muerte…etc… Pero si algo está presente en nuestras vidas cada día, cada hora, y casi cada minuto,  es esa fastidiosa e insistente tensión entre el ser y el querer ser.
     Yo de pequeña jugué mucho con barbies y también con chabeles. Mi barbie era la típica rubia con un vestido repollo rosa hiper brilloso…por eso luego me gustaron tanto las chabeles, eran mucho más modernas y menos princesoides. Primero tuve la Chabel Madonna, con sus mayas y encajes ochenteros, y luego tuve la chabel safari, aunque me  quedé con ganas de la barbacoa.Así que en conclusión, así es como yo, a los 9 ó 10 años quería ser de mayor…de hecho, la campaña de chabel rezaba: CHABEL, COMO TÚ QUIERES SER.
     Hasta aquí todo bien, querer ser como tu Chabel, una chica moderna, aventurera, ecologista y emprendedora, no tiene, en principio, nada de malo, o al menos no mucho. Habría sido peor querer emular la sofisticación princesoidea de la barbie. El problema surge cuando, al crecer, una se encuentra con que ni Barbie ni Chabel…sino !!!muñeca Pepona!!!

     Es parecido a lo que he comentado otras veces sobre el qué quieres ser de mayor, pero aquí ya no me refiero sólo a nuestros anhelos o ideales infantiles, sino a lo que, día a día, perseguimos con nuestros esfuerzos, unas veces ridículamente escasos y fútiles, y otras excesivamente rígidos y asfixiantes.
     El doctor Alonso Puig, dice que “las personas tendemos fácilmente a apegarnos a las cosas: la forma de vestir, una idea, una casa…y una de las cosas a las que más nos apegamos es a la descripción que nos hemos hecho de nosotros mismos. El apego es tan grande que cualquier modificación de eso que consideramos que es nuestra identidad, aquello con lo que nos identificamos, genera una tremenda resistencia….el problema es cuando nuestra identidad se convierte en algo rígido, uno se cree el “yo soy así” y decide que no puede cambiar. (…) Desde una identidad más amplia podemos alcanzar cosas que desde una identidad más limitada no podemos.
     Supongo que la clave está en el esfuerzo sin la asfixia. Quizá mi mundo no sea tan guay como lo era el de mi Chabel, que iba de safari a hacer documentales y viajaba por todo el mundo, pero ella no podía montar en bici y yo sí (aunque una amiga más pijilla que tenía por ahí, sí que podía…). Casi nadie alcanza lo que desea por pura chiripa, hay que trabajar el cómo ser en base al querer ser, pero sin perder el norte. Los modelos son eso: modelos, algo que nos indica hacia donde ir, hacia donde dirigir nuestros esfuerzos. Puede que un día alcancemos ese ideal, puede que no lo alcancemos nunca o puede incluso que lo desechemos y cambiemos de modelo, pero lo que más valor tiene de todo ello, es precisamente el “mientras tanto”, todo aquello que nos ocurre en ese camino. A veces la tensión entre lo que somos y lo que desearíamos ser, es tan fuerte, que nos impide disfrutar del ahora, en una agónica búsqueda de un futuro siempre mejor y más perfeccionado.
     A mi Chabel, Gala se llamaba, no le hubiera detenido jamás una tarde de lluvia, ella hubiera sacado rápidamente su súper paraguas y sus botas de goma, algo que a mí me cuesta sobremanera… 
     Quizá tenga más que aprender de mi Chabel de lo que pensaba…al fin y al cabo, ella era yo misma…y, por qué no decirlo…¡¡¡ME NIEGO A TERMINAR COMO LA WENDOLIN!!!







...pero qué bonita era la Chabellllllllll...me están entrando ganas de pedir una a los reyes...

                                                        

lunes, 13 de diciembre de 2010

EL ANVERSO PERVERSO:ESTADO DE FLUJO Y NIRVANA...LLAMÉMOSLO X.

     Se dice por ahí en varios sitios de la red (de dudosa fiabilidad…) que el nirvana es un estado en el cual no se produce ningún tipo de actividad mental, lo cual significa la liberación de la mente o el espíritu. También leí por ahí hace un tiempo (esto ya en una publicación más seria), la teoría del “estado de flujo”, que vendría a ser más o menos todo lo contrario, pero en el fondo lo mismo… ¿no?
     Según Mihaly Csikszentmihalyi , entrevistado por Punset en el número 3 de la Revista Redes (y sujeto con el apellido más impronunciable del mundo):
      “Las experiencias de estado de flujo tienden a suceder en actividades que, para los de fuera, pueden parecer obsesiones. ¿Cómo te puedes dedicar toda una vida a mirar por el microscopio y estudiar las células? o ¿por qué te puede gustar  correr cada día un poquito más rápido que el día anterior? Algunos pueden pensar que dedicarse a estas cosas con tanto interés es una tontería, pero los que lo hacen saben que les gusta, que controlan sus vidas y que obtienen beneficios de ello. Esto les hace de lo más felices…El estado de flujo es aquel en el que concentramos toda la energía psíquica y la atención en planes y objetivos de nuestra elección, planes que sentimos que vale la pena realizar porque los hemos decidido nosotros.”
   
     Es decir, que esas experiencias que hemos tenido todos (yo al menos…), de estar totalmente “absorbidos” por algo, es lo que nos hace fluir, sí, sí, en plan heraclidiano total. O sea que ahora resulta que en la carrera éramos súper felices, en el fondo, porque fluíamos a tope, sobre todo en febrero y Junio, aunque algunos también fluíamos de lo lindo en Septiembre… Y en serio…le veo todo el sentido, yo lo he experimentado, aunque tampoco lo identificaría necesariamente con la felicidad, pero es cierto que cuando estudio algo que me interesa, leo un libro que me engancha, escucho música que me conmueve o trato de concentrarme en dar salida a mis pensamientos en forma de palabras, exactamente como ahora, es como si el tiempo volara o se parara, como si nada más existiera alrededor…sólo tú y ese hacer que casi te saca de ti mismo…
     Y luego está la otra cara de la moneda…o lo que a mí me parece un anverso un poco perverso… porque, vamos a ver, aparte de esas actividades… ¿qué otras cosas o situaciones, me alejan tanto de cualesquiera otras, que mi mente, en cierto sentido,  se para?  Me decía ayer el manojo de nervios que tengo por marido, que quería “no pensar”, que qué podía hacer para lograrlo. La médico le sugirió hacer algo como yoga…bien, no me opongo, seguro que daño no le haría, pero a mí se me ocurre algo mucho más simple e infinitamente más barato: compra una tele, le dije, no he visto pensar a nadie delante de una…
     Bromas aparte (y teles aparte, por favor), en mi caso, y desgraciadamente para mi paupérrima cuenta bancaria, ni yoga, ni tele, ni footing..: un fajillo de euros en medio de la gran vía…y fluyo que ni el Ebro en las crecidas.  Ni pensamiento automático, ni mucho menos pensamiento reflexivo…nada, pensamiento cero…sólo movimiento ocular y catalogación mental mecánica e ipso facta de todo tipo de prendas, calzados y complementos. Esfuerzo cero, pensamiento cero…un empate interesante para dar tregua a las neuronas…
     Aunque luego está el tema, que también me parece interesantísimo, de la angustia que genera la diversidad tan grande de artículos a la que tenemos alcance hoy día, de este lado del mundo. Pero eso ya lo dejo para otra entrada, porque veo que me empiezo a dispersar…o sea…adiós al flujo. Y sin un chavo en el horizonte navideño…ni hablar del nirvana, que luego vienen las rebajas y ahí o fluyes….o te fluyen…
(He aquí una discípula de Heráclito dejándose llevar por el estado de flujo...)

viernes, 10 de diciembre de 2010

CON QUICHES Y A LO LOCO!!!

     Últimamente, y como parte de mi breve incursión en la gastronomía vecina, me ha dado por las quiches. Es una cosa sencillísima, que está de rechupete y que dura perfectamente un par de días en la nevera (si tienes candado en la puerta claro....). Además me parece que están más ricas al día siguiente o unas horas después de sacarlas del horno, que recién hechas.
     En este caso, y en honor a mi santanderino favorito, preparé una de alcachofas de lata con un sofrito de lo que pillé por ahí...Cebolla, pimiento y un trozo de berenjena, todo en tiras finas y las alcachofas por la mitad (2 latas).
Se extiende una masa quebrada sobre el molde, se echa encima la mezcla y se agregan dos huevos batidos con un brick de nata (también se puede hacer con yogur en plan más ligero) y se mete al horno.

     Al principio no horneaba la masa antes de hacer la quiche, y la verdad es que también quedaba bien, pero ahora meto la masa unos minutos, mientras voy haciendo el "relleno", con unos garbanzos sobre papel de horno (el que trae la masa mismo) para que no suba.
 y... VOILÀ!!!! (sí, sí...me comí toooooooooooooodo eso)
BON APPÉIT!!!!
Feliz fin de semana. En mi caso será lejos de los fogones y lejos de la visa...un rollo vamos....jajajajajaaaa!!!

jueves, 9 de diciembre de 2010

UN PEDACITO DE INFANCIA...¡¡¡POR MEDIO EURO!!!

     Ayer estuvimos de rastrilleo, y hete aquí que rastrilleando... rastrilleando... entre los juguetes viejos (realmente en busca de nacys y leslys..), me topé con uno de los juguetes más significativos de mi infancia. He de reconocer que al principio no la identifiqué, pero enseguida empecé a reconocer colores y detalles y, cuando me di cuenta de que verdaderamente se trataba de ¡¡¡la cocinita Moltó!!!, casi se me saltan las lágrimas.
     El girapollos está roto (también el nuestro se rompió enseguida), y falta la parte de arriba con el extractor, que recuerdo que también tenía un reloj, pero lo demás está bien, las pegatinas de los mandos, la puerta del horno...es sólo un módulo, porque la cocina se componía de varios. Nosotras teníamos el frigorífico, el fregadero, un módulo auxiliar, y una mesa redonda seccionada en cuatro con sus cuatro sillas plegables, además del mencionado fogón.
     Me ha costado un montón encontrar una foto de la cocinita por internet, aunque seguramente muchos de nuestra generación tenían una en casa, porque entonces no había la variedad de juguetes que hay ahora.
     Ésta es la cocinita:
(La imagen está tomada de una fotografía de www.elblogdemar.com, a cuya autora espero que no le importe el préstamo, pues he recortado la imagen para mostrar sólo la cocina )


     Y éste es mi súper hallazgo de ayer por 50 centimitos de Leuroooo:
Ahora sólo me falta encontrar los tres módulos y medio restantes, más la mesa y las sillas... Es una chorrada esto de recuperar los juguetes de la infancia, porque además son iguales, pero no son los mismos: ésta no es la cocinita con la que jugábamos mis hermanas y yo, es otra igual... Pero qué se yo...no lo puedo evitar...me encantaaaaa!!!!

jueves, 2 de diciembre de 2010

COSAS DE LA EDAD…

     Con motivo del cumpleaños de una amiga, con cambio de década incluido, he vuelto a pensar en esto de los años, en el pasar ineluctable del tiempo, en su acontecer vertiginoso o insoportablemente lento, casi a capricho.
     Le decía a ella (felicidades desde aquí también), que tengo la sensación de ir ampliando la perspectiva desde la que aprehendo el mundo, al cumplir años. Mientras el envejecimiento no se apodere de nosotras, aunque según apunta la ciencia, lo hará justamente en esta década que acabamos de inaugurar, no encuentro desventaja alguna en cumplir años, todo lo que se me ocurre, y todo lo que veo en el horizonte a corto y medio plazo, está plagado de connotaciones positivas. Veremos qué es lo que ocurre con el próximo, y ya más contundente, cambio a la cuarentena, pero de momento, siento que con el pasar de los años, mi capacidad de disfrutar y ser feliz, es cada vez mayor, mientras que la necesidad de aquello que lo genera, es cada vez menor.
     Mirar para atrás me arranca una sonrisa, pero nunca el deseo de volver. Supongo que, por ahora, no hemos llegado al “cómo a nuestro parescer cualquiera tiempo pasado fue mejor…” Y algo me dice que, no solo lo que ocurra, sino nuestra actitud ante ello y sus implicaciones, será determinante para mantenernos alejados de ese dramático sentimiento de apología del pasado.
     Hoy voy a celebrar otro lluvioso día de este Noviembre chorreante y tedioso. Voy a celebrar la libertad que los años me van permitiendo sobre la tiranía de mis sentimientos posesivos y autoafirmadores. Voy a celebrar que sólo necesito una taza de café, unos pies calentitos, y la perspectiva de una visita libre y espontánea, que ni controlo ni me pertenece, y que no deseo controlar ni poseer.
     No sé si es cosa de la lluvia persistente…o si son ya cosas de la edad…¡¡¡¡¡jajajajajjajaj!!!!!
P.D: no...no es que ame Nueva York...es la taza lo que me gusta...La cumpleañera ya sabe por qué...