jueves, 30 de junio de 2011

1Q84...A ESPERAR SE HA DICHO.

     Habrá que esperar al Libro 3.. hasta entonces creo que no sirve de mucho juzgar los dos precedentes. Yo disfruto casi siempre con la lectura, de una manera u otra, así que no soy la más apropiada para hacer crítica literaria, incluso disfruté "a ratos" con La montaña mágica...que es de los pocos libros que dejé a 50 páginas del final por pura indignación... 
     Me han gustado mucho ciertos pasajes, pero sobre todo me gusta de Murakami una especie  de "lírica" muy particular, que te pone las lágrimas en el precipicio lagrimal, pero no las deja caer. Desde luego 1Q84 no es Tokio Blues (Nowergian Wood), pero tampoco tenía que serlo y eso se agradece.No es tan entretenido ni tan adictivo, pero tampoco dice necesariamente mucho más...al menos de momento. Y esto de tener que esperar a Noviembre (según mis averiguaciones) para saber si, efectivamente, va más allá...definitivamente, embajona bastante. Con lo a gusto que se leería, señores de Tusquets, bajo una sombra en la arena, en una tarde de bruma...
     Y bueno, por fin alguien le da la vuelta a la famosa frase del "hay que quererse primero a uno mismo para poder querer a los demás" que siempre me ha parecido de una mentecatez y una necedad pasmosa, de ésa que llena las bocazas pretenciosas de los modernillos. (Bueno, bueno...que me empiezo a emocionar...)
     "Estoy cansado de vivir detestando, odiando, guardando rencor. Estoy cansado de vivir sin amar a nadie. No tengo ni un solo amigo. Ni uno solo. Y, sobre todo, ni siquiera soy capaz de amarme a mí mismo. ¿Por qué no puedo amarme? Pues porque no puedo amar a otros. Cuando uno ama y es amado, la gente aprende la manera de amarse a sí mismo. ¿Entiende lo que le digo? Quien es incapaz de amar a alguien, no puede amarse debidamente a sí mismo.(...)"

Haruki  Murakami, 1Q84, Pág. 517. Ed. Tusquets, 2011. 

martes, 28 de junio de 2011

MOUSSE DE CHOCOLATE

     Cuando las cosas de repente se amargan un poco...lo mejor es poner dulzor a la vida... Y hete aquí una mousse de cacao desgrasado, sin azúcar, pero perfectamente dulce y deliciosaaaaaaaaaaaaaaa. La receta es original de María, aunque he eliminado la base de la tarta y he reducido la cantidad de maicena.

INGREDIENTES:
    - 300 ml leche desnatada
    - 30 g cacao en polvo desgrasado
    - 20 g de maicena
    - 3 claras de huevo
    - 2 CS edulcorante líquido
    - 4 hojas gelatina (mandarín)

     Se pone al fuego la leche, salvo medio vasito que dejamos para desleír la maicena, y se calienta a fuego medio con el cacao. Mientras, se montan las claras a punto de nieve y se ponen a remojar las hojas de gelatina en agua fría. A la leche caliente, se va agregando poco a poco la maicena, removiendo muy bien para que no se formen grumos, y una vez tengamos una mezcla homogénea, se baja el fuego al mínimo y echamos también con cuidado las claras montadas. Mezclamos todo bien y añadimos las hojas de gelatina escurridas, removiendo hasta que se diluyan por completo. Entonces retiramos del fuego y endulzamos con dos cucharadas soperas de edulcorante líquido (aunque esto depende mucho de la marca...), y también podemos añadir un par de gotas de aroma de almendra amarga o de avellana (ojo, un "par"). Vertemos en un  molde y, una vez templado, metemos al frigorífico de 2 a 3  horas.
     Y voilà!!!! a disfrutar del postre o merienda. Yo espolvoree por encima un poco de cacao mezclado con canela, y utilicé un molde de silicona del que me costó un poco desmoldar la mousse, pero supongo que puede quedar muy bien en vasitos o copas individuales o en el típico molde de tarde de queso. La verdad es que no me curré mucho la decoración esta vez...jejejejej...pero se puede poner mucho más mono. 

   ¡¡ FELIZ SEMANA A TODOS!!

miércoles, 22 de junio de 2011

SOLSTICIO… ¿DE QUÉ?

    Ayer por la tarde, alrededor, más o menos, de la hora del solsticio de verano de este año, cogí del buzón el catálogo de la Redoute de ¡¡¡otoño-invierno 2011-2012!!! Al entrar en casa lo miré bien por si me había equivocado con las prisas y las bolsas en las manos…pero no, no había error, un jersey de lana oscuro en la portada y los típicos tonos invernales; dorados, cobres, marrones…¡¡¡OOOOoooohhhh my goooooooooodddddddddd!!! Pero vamos a ver…oficialmente ni siquiera ha empezado el verano, faltan aún dos semanas para las rebajas y ¿ya están bombardeando con el invierno? Pero si aún no he estrenado el bañador y una falda de primavera que tengo desde mi cumpleaños…si apenas ha hecho sol para ponerse manga corta y ¡¡¡me envían un catálogo con jerséis y abrigos!!! Por favor, si casi no me he quitado los de este invierno…ufff, ufff,ufff.
     Recuerdo que años atrás, el catálogo me llegaba a finales de agosto. Solía ojearlo en las últimas tardes de playa, como recompensa a un largo día de encierro bibliotecario, previo a los exámenes de Septiembre.
     Las cosas están cambiando… en la uni los exámenes de Septiembre se están moviendo a ¡¡¡Julio!!!…cosa absolutamente inaudita para mí…¡¡¡con lo que daban de sí los dos largos meses de verano para preparar esas asignaturas inabarcables durante el curso!!! Y ahora los catálogos de invierno llegan antes del comienzo del verano y para cuando uno puede estrenar sus sandalias ya está pensando en qué botas llevará dentro de medio año…: LOCURAAAA!!!!
     Es una locura…esto ya supera hasta la teoría del tiempo cero…esto es tiempo menos 10…¡¡¡¡ajajajaj!!!  Me ha recordado algo que leí hace poco en una entrevista al diseñador de la casa Lanvin, Albert Elbaz. Decía algo así como que ha llegado un momento en que hay demasiadas colecciones, demasiadas temporadas, demasiada ropa… Antiguamente, es decir, hace como un siglo, una casa de alta costura diseñaba una docena de modelos únicos y genuinos al año, hoy día se diseñan líneas prêt-à-porter y alta costura dos veces por año, y últimamente casi todas las grandes firmas se han unido también al buque de la colección crucero… ¿No nos estamos pasando? ¿No es todo esto ya…demasié?
     Apenas algo sale a la luz, nos satura. Recuerdo la impresión que causó esta temporada la colección de Gucci…y yo, lo reconozco muy abiertamente, que me enamoré de esos colores tan vivos y esas texturas tan vaporosas y satinadas, he pasado del amor al aborrecimiento en cosa de un par de meses. Colores y más colores en todos los escaparates, montañas de chaquetas, pantalones y faldas naranjas, fucsias, violetas, verdes…: saciedad… Llegan las rebajas y uno ya no tiene ganas de comprarse nada, de tan gastado que parece todo…
     Aunque, claro está, ni que decir tiene que, una vez entre las manos, ojeé como quien no quiere la cosa, el catálogo… y marqué mentalmente, así sin querer,  un par de posibles adquisiciones… pero estando, como estamos, en el primaveral mes de Junio, no sé yo si para Octubre habré pasado al hastío, antes siquiera, de haber tenido algo entre las manos…

domingo, 12 de junio de 2011

LEERSE

     A veces ocurre. Uno está leyendo tranquilamente en su sofá, cama, vagón de tren, asiento de autobús...donde sea. Y de repente siente que los ojos se le abren un poco más de lo normal y algo se le encoge por dentro.Vuelve sobre las líneas y ahí está, uno mismo, una parte de uno mismo, un momento de uno mismo, hecho palabras, flotando entre líneas, puntos y comas. Existiendo real y tangible en la ficción ajena.
     A mí me pasó hace nada leyendo el último de Murakami:

"En un círculo formado por hijos de oficinistas de clase media, él tenía que pertenecer a una especia de "raza diferente", ya que muchas de las cosas que a los demás niños les resultaban normales para Tengo no lo eran. Sacaba notas excelentes y, además, se le daba bien el deporte. Era corpulento y fuerte. Incluso los profesores le tenían estima. Por eso, a pesar de ser de una "raza diferente", no se convirtió en el paria de la clase. Al contrario, era respetado. Pero si lo invitaban a ir a alguna parte o a casa de alguien el domingo, no podía contestar. Cuando le decía a su padre "el domingo que viene han quedado en casa de un amigo", sabía desde el principio que lo ignoraría. "Lo siento. El domingo me viene mal". No le quedaba más remedio que rehusar la invitación. A fuerza de rechazar una y otra vez, dejaron de invitarlo, naturalmente. Y de repente se dio cuenta de que siempre andaba solo, no pertenecía a ningún grupo."
1Q84, Libros 1 y 2, pág. 124, Haruki Murakami, Ed. Tusquets, 2011. 

sábado, 11 de junio de 2011

APERITIVO SABADERO:CROQUETOFUS DE SALMÓN

     Bueno, pues me apetecían unas croquetas, así que me puse a investigar por los blogs y foros de la dukanfeber a ver si encontraba algo que me convenciera, pero la verdad es que al final me decidí por experimentar yo misma, partiendo de algunas ideas que leí por ahí. Llevaba tiempo pensando que el tofu triturado tenía que servir de buena base para unas croquetas, o sea, hacer las veces de masa. Dicho y hecho.

INGREDIENTES:
Para la masa:
     - 150g de tofu japonés
     - 3 lonchas de salmón ahumado
     - 1/2 puerro
     - 1/2 cebolleta o 1 chalota
     - 2 ramas de eneldo fresco
     - nuez moscada rayada
Para el rebozado:
     - huevo batido
     - pan rallado o salvado de trigo/avena
     En primer lugar ponemos a pochar el puerro y la chalota o cebolleta, muy picaditos, en un pelín de oliva virgen. Salamos una pizca para que sude (ojo porque el salmón ahumado suele salar mucho). Vamos cortando el salmón en tiras finas y luego en trozos más pequeños y lo agregamos al sofrito. Mezclamos y esperamos que el salmón se ponga un poco rosa y vaya soltando sabor. Añadimos el eneldo bien picado, pimienta negra molida al gusto y rayamos un poco de nuez moscada. Apagamos el fuego y dejamos atemperar. 

     En un vaso de batidora ponemos el tofu troceado con una cucharada de leche y trituramos hasta obtener una pasta homogénea lo más fina posible. Incorporamos el sofrito a la pasta de tofu y mezclamos bien con un tenedor. 

     Ahora ya solo falta moldear las croquetas (yo utilicé una manga sin boquilla) y pasarlas por huevo y salvado de avena o de trigo. Yo utilicé este último porque me parecía un "desperdicio" utilizar el salvado de avena en esto, que lo uso siempre para el pan, pero creo que quedarían mucho mejor que con el de trigo. De todos modos es por darles un poco de presencia croquetera, porque al hacerlas al horno en lugar de freírlas, tampoco le aporta mucho el "rebozado".

     Por último metemos al horno a temperatura media arriba y abajo, y esperamos a que se doren un poquito. No es que sean unas croquetas exquisitas, como lo son sus hermanas hechas con bechamel... pero la verdad es que me sorprendieron gratamente porque apenas se notaba el sabor del tofu (que sigue sin agradarme mucho...) y daban bastante el pego.

     Más adelante intentaré de otros sabores, pero la dinámica es la misma, sustituir la bechamel por una masa de tofu triturado, con la ventaja de que no hay que dejarlas reposar en la nevera... (algo positivo hay que sacarles ¿no?). También se me ocurrió que, si a esta masa le añadiéramos huevo batido y lo horneáramos, quizá podríamos obtener una especie de pastel o suflé peculiar...pero eso aún no lo he probado. 

     Espero que os guste. 
¡¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!!

lunes, 6 de junio de 2011

GULAS CON LANGOSTA DE PEGO (O SEA CON RAPE)

Me piro vammmmpiroooo...

     El rape es un pescado peculiar que suele gustar por la similitud de su carne con la del marisco. Es un pescado feo entre los feos, y como la mayoría de ellos; palometa, lenguado, rodaballo...esconde detrás un delicioso sabor y una delicada textura. Se trata de un pescado blanco que contiene proteínas de alto valor biológico y cuyo contenido de grasa es muy bajo, por lo que se lo puede considerar un pescado magro. Constituye una fuente importante de minerales como potasio, fósforo, magnesio, calcio, hierro (menor que la carne) y sodio. 

     Preparar el rape alangostado es sencillísimo, yo seguí la receta del libro rojo de Arguiñano (el de las 1069 recetas):

Soy feo, pero estoy riquísimoooo.

1º Se limpia el rape de telillas y se le quita la espina central, obteniéndose dos lomos que se sazonan y se pasa por pimentón (mejor dulce, pero se puede añadir un poco del picante también) para que se impregne bien.
2º Lo envolvemos en papel aluminio y lo cocemos en agua salada durante diez minutos.
3º Se saca el rape del paquete y se corta en rodajas de medio centímetro de espesor.

     Mientras el rape se va templando, ponemos dos ajos picados en un poquitín de aceite, junto con una o dos cayenas. Cuando se empiecen  a dorar los ajos, añadimos un paquete de gulas y salteamos unos minutos. Colocamos las gulas como guarnición del rape y listo para disfrutrar: 

¡¡¡¡FELIZ LUNES A TODOS!!!!

domingo, 5 de junio de 2011

QUE LA SUERTE OS ACOMPAÑE

¿Cómo si no se le puede llamar a esto?
!!!!!!POR FIIIIIIIINNNNN¡¡¡¡¡¡
     Después de tanto buscar (re-buscar más bien), peregrinar sin éxito de rastrillo en rastrillo, llorar a amigas de madres de sobrinos, a novias de amigos de maridos, a amigos de maridos para que lloren a tías y primas, tras pujas tímidas siempre fallidas...
!!!!!!SSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!
     Ahí estaba, guardadita en un rincón esperándome a mí, y sólo a míííííííííí. Sucia, despeinada y un poco andrajosilla, pero preciooooooooosa y enterita, sólo con algunas marcas, una grieta pequeñina y un ojo un poco pipa, pero nada que no pueda arreglarse pasando por chapa y pintura...jejejejejej. 
     Sólo las personas que coleccionan saben lo que significa encontrar "esa" pieza que estabas buscando, esa joya que te faltaba o que ansiabas. Y solo los coleccionistas saben lo que se siente cuando la encuentras de una determinada manera...por un precio ridículo, el día menos pensado, de pura casualidad... Ellos me comprenden, comprenden que es algo que no tiene explicación, algo absurdo y efímero, algo que crees que no te ocurrirá nunca , pero que siempre persigues con una esperanza inocente...
     Pues a mí me tocó la china, el gordo, la rifa...toma, toma, tomaaaaaaaaaaaa!!!!!
     La nueva joya de la corona ha pasado ya por maquillaje y peluquería, aunque en realidad ha sido más bien "desmaquillaje" y lavado a fondo. Jabón, acetona, alcohol, mascarilla capilar y hasta un poco de sérum han logrado esto: 

     Arriba a la izquierda con la falda del "Tusset" y la camisa del "Chanel", porque lo tengo incompleto. Arriba a la derecha con la falda peto del "Gatsby" y también con la camisa del Chanel, aunque éste sí que lo tengo completo pero a falta de unas puntadas. A la izquierda junto a la reedición de 2011 con el "Evasé". La verdad es que al lado de ésta, la reedición me parece pecata minuta... pero que bonita es mi kekaaaaaa!!!!!!

     ¡¡¡¡¡FELIZ SEMANA A TODOS Y QUE LA SUERTE OS ACOMPAÑEEEEE!!!!!

Por cierto... !!!!más de 5000 visitas¡¡¡¡
¡¡¡¡GRACIASSSSSSSSSS!!!!

miércoles, 1 de junio de 2011

LAS CAMISETAS SON PARA EL VERANO...

     A primeros de Junio comenzaban las clases matinales, es decir, no había más cole por la tarde, es decir…: ¡¡empezaba el verano!! Y de algún modo, sigue siendo así. Puede llover, tronar o granizar, puede que no haya llegado aún San Juan con el solsticio, puede que no nos quitemos el sayo hasta el día 10, pero pase lo que pase y digan lo que digan: ya es verano.
No he encontrado una camiseta como la mía
color salmón de Abanderado, con bolsillo en
el pecho, que mira que era simple, pero era
ponérmela y sentir el verano...
     Cuando era pequeña, el primer indicio del verano lo daba el cambio de armario. Mi madre sacaba del maletero de su armario empotrado dos maletas enormes de ese material que era una mezcla entre cartón y polipiel, recuerdo perfectamente que una era gris y otra granate. Se iban sacando las prendas y comprobando a “quién” le valían este año. Algunas veces veías con pena cómo tu vestido favorito pasaba a la siguiente hermana, pero casi siempre te caía algo de la mayor que lo compensaba. Además en esta época se intercambiaban bolsones de ropa procedentes de primos, amigos o conocidos, y si había suerte, siempre te tocaba algo más en el reparto.
     Pero la auténtica llegada del verano venía del permiso materno sobre el uso de la ropa: cuando tu madre asentía afirmativamente ante el hecho de que salieras a la calle “solo” con una camiseta de manga corta. No sé si se cumple en todas las generaciones, pero en la mía las madres tenían una tendencia impulsiva e irrefrenable a enviarnos  al colegio forrados hasta las cejas, a veces literalmente (recordemos esos pasamontañas de lana dignos de Noeli y su abuelito lapón), así que quitarse capas de encima era una auténtica señal de que las vacaciones estaban cerca.
Ésta es la piscina con la que soñábamos
sustituir a la palangana verde...
     El siguiente y claro indicio veraniego, era poder salir a la terraza a jugar. Lo mismo que con el exceso indumentario, las madres tenían pánico a las condiciones climáticas externas, y debía brillar un sol radiante que obligara a bajar el toldo al máximo, para obtener el susodicho  beneplácito y sacarse las barbies a la terraza. Quizá el hecho de que utilizáramos las jardineras como vegetación de la piscina-barreño de nuestras muñecas (¡¡cuántos zapatos se perderían en aquellas raíces!!), y que ciertas cantidades de agua se nos escaparan hacia terrazas inferiores…pudiera tener también algo que ver con la dificultad de obtener este permiso… pero nunca ha podido ser empíricamente demostrado.
     Mirar a un cielo increíblemente estrellado desde una hamaca, al frescor nocturno de la calle de un pueblo casi inexistente, comer nísperos al pie de la piscina, el gazpacho casero, dar un paseo nocturno en familia hasta el quiosco de helados, o ir en cá Pepe a por flases y pipas…son ya contenido de otras entradas, realidad que el pasado se empeña en difuminar como un sueño.
     Ahora mis veranos están hechos de salitre y bicicletas, de cigarras chillonas a la sombra de un porche de jazmín, de olor a crema eau de rochas y de tarteras de fiambre frente a las olas.
     Las cosas que lo rodean y lo conforman, como todo, van cambiando, pero está claro que hay algo que nunca cambia: el verano ¡¡¡¡¡molaaaaaaaaaaa!!!!
     
     Así que a veinte días de la entrada oficial del estío…yo, desde luego, lo tengo claro:

 !!!!! FELIZ VERANOOOOOOOOOOOOO¡¡¡¡¡