viernes, 28 de septiembre de 2012

CERRADO POR DESPENDOLE

Pues eso... que después de un verano raro y de un año no menos inquietante en muchos aspectos... me voy a cerrar etapa en buena compañía. 
     Es complicado mantener las amistades cuando se llega a cierta edad, y el trabajo, el amor, la familia... te distancian física y también psicológicamente, de aquéllos de quienes parecía no haber separación posible, de aquéllos a quienes sentiste llegar a pertenecer. 
     La amistad pasa por etapas muy diferentes, del apego estrechísimo en los años adolescentes y de primera juventud, donde la pertenencia a tu grupo de amigos te define e identifica, al equilibrio de años más maduros en que cada cual encuentra su identidad propia y totalmente (o casi) definida, pasando por el desapego de la etapa amorosa que, en general, te arranca del grupo y te pone, por primera vez, de observador y crítico externo. 
     Yo creo que ya he pasado todo eso con mis amigos, con los más amigos y con los menos amigos también. Sigo necesitando su compañía, su conversación (que es lo que mááááááásssssss echo de menos), su simple presencia o la seguridad de saber que están ahí, pero soy yo misma, completa y enteramente, sin ellos a mi lado. 
     Hubo un tiempo en que llegó a agobiarme el sacrifico para no perder el contacto con ellos, y anduve de arriba abajo para contentarlos a todos o para sentir que no los perdía. También aquéllo pasó, y comprendí que debe prevalecer siempre (o casi siempre) el deseo al sacrificio, aunque a veces está claro que hay que mojarse por alguien pese a que el cuerpo nos pida lo contrario. 
     En unas horas volveré a las tertulias alrededor de una mesa, a las confesiones de taza de café y a las risas de la caña y el desayuno tardío. 
     A la vuelta comenzaré un nuevo año, nuevas clases, nuevo idioma y nuevos (y no tan nuevos) propósitos de enmienda y mejora. Tendré que enfrentarme a cosas que no me agradan y terminar algo que me ilusiona y me da esperanza cuando otros ámbitos me la niegan... 
     Pero todo eso será el lunes, ¡¡el mes que viene...!! mientras tanto... cierro por despendole... 

¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!

jueves, 27 de septiembre de 2012

MAD MEN

     Hacía unos días que había terminado de ver la quinta temporada de Mad Men y, pensando en escribir una entrada sobre ello, justamente ro hacía lo propio.  
     De la serie en general puedo decir lo mismo que todo el mundo, que sorprende ver cómo algunas de las cosas que hace años nos parecían normales, ahora nos resultan inconcebibles, desde dejar basura en medio de una campa después de un picnic, hasta fumar en un ascensor o beber como cosacos en una reunión de trabajo. Además del cambio de valores que se produjo en la época, dejando desconectadas a generaciones que apenas se llevaban una década, como lo muestra, por ejemplo, la gran diferencia entre personajes como Betty y Megan, o como Don y los creativos jóvenes que van entrando en Sterling Cooper. 
     Una de las cosas que, poooooooooor supuesto, más me gustan de la serie, es la estética, es el motivo principal por el que empecé a verla (porque he de admitir que no soy muy de series, a pesar de que ahora estén taaaaan de moda) pero luego me fueron enganchando los personajes y la forma en que se muestra ese cambio de valores y de forma de vida que comentaba arriba.
     Las primeras temporadas no me parecieron espectaculares en cuanto a vestuario, salvando algunos estilismos de Joan y los conjuntos festivos de Betty.

Aunque también me encantó su estilo ecuestre:
Y algunos otros conjuntos:
Pero el estilismo más impactante de Betty es, sin duda para mí, el vestido negro que lleva para la cena en Roma, con ese moño tan exagerado, los pendientes, el collar...: 
Al final de la tercera temporada y durante la cuarta, la cosa se pone ya más interesante para mi gusto, 
con los peinados y excesos de Jane:

Que en la quinta temporada...
 se sube al carro de Megan,  "mi" favoritísima:
 Que al principio lleva unos looks más clásicos en plan secretaria formal...
Pero que enseguida se va soltando la melena...







Creo que me encantan absolutamente TODOS los modelos que lleva, incluyendo peinados, joyas, bolsos... pero me encanta aún más su estética nocturna:
Cuyo vestido negro cumpleañero creo que se ha convertido ya en un mito: 
Aunque el que más me ha gustado personalmente, ha sido el vestido rojo con pedrería
 que se pone en un capítulo para ir al teatro: 

Me lo compraría ahora mismo para el par de eventos que tengo el mes que viene... 
aunque bueno, me compraría el resto también... ehhhjejejeje... 
Además la chica es creativa, trabajadora, canta en francés, es una canguro paciente 
y cocina beef bourguignon: 

Vamos... que la chica lo tiene todo... como dice Peggy en uno de los últimos capítulos "es de esas personas que todo lo hacen bien"... (aarrrrgggg), pero no podía ser menos con semejante madre ficticia:


    Debo decir que me parece muy cruel, aunque quizá bastante realista, lo que le pasa a Betty en la quinta temporada (pero tampoco quiero contar nada para los que no la han visto todavía), que creo que les ocurría, y les sigue ocurriendo, a muchas mujeres madres de familia, amas de casa y dignas esposas, que después de tolerar lo intolerable y vivir como tontas inocentonas en un mundo falso, tienen que soportar además la papeleta de amargadas, marujas y estrechas. Ciertamente... es un destino cruel... 
     Veamos qué ocurre en la sexta temporada... pero hasta primavera nada, y queda taaaaaaaaaaaaaanto para eso... 

¡¡¡FELIZ JUEVES!!!

martes, 25 de septiembre de 2012

¡¡¡QUIÉN "NO" FUERA GALLINA!!!

     Hace un tiempo que empecé a comprar carne de pollo de corral y huevos de gallinas criadas en libertad. Lo cierto es que todo empezó por una cuestión meramente egoísta y gastronómica, ya que el pollo común no me sabía absolutamente a nada (y yo consumo mucha carne de pollo y pavo) y con los huevos tenía la misma impresión. La carne era seca e insípida, las claras de los huevos estaban como aguadas y sin consistencia, y las yemas apenas tenían color. Así que empecé a comprar pollo de corral o de aves criadas al aire libre, y huevos caperos también. La diferencia de calidad es notable, eso cualquiera lo puede atestiguar, y simplemente desde ese punto de vista, la diferencia de precio ya lo merece, puesto que no se trata de productos caros, o al menos, de productos que cuesten "mucho dinero". Y ya si subimos a un nivel, digamos, moral... las evidencias claman al cielo... 
     Todos tenemos una idea aproximada de cómo de horribles son las granjas de pollos... Pero apuesto a que la realidad superaría en casi todos los casos a nuestra imaginación... 
    Las pobres pasan la vida entera metidas en jaulas(nº3) de menor tamaño que una hoja DIN A4... donde no pueden siquiera estirar las alas, caminar o picotear la tierra. A menudo mueren sin haber visto la luz del sol, puesto que ésta no llega a muchas de las jaulas, y en su lugar se las somete a una luz artificial que las mantiene en un amanecer casi constante para que pongan el mayor número posible de huevos. 
     Las gallinas de granjas criadas en el suelo(nº2) no suelen vivir en las condiciones idílicas que la palabra "granja" nos podría hacer pensar. Normalmente viven también encerradas en grupos de muchísimos miembros, en épocas de mucho calor algunas mueren por asfixia, y no pueden moverse fuera de la reducida área que se les asigna. La diferencia no es muy notable, puesto que nunca salen al exterior y, al igual que en las criadas en jaulas, se les corta el pico para evitar que se agredan unas a otras, aunque sí me parece menos cruel que la vida en baterías de jaulas tamaño folio... 
     Luego están las gallinas camperas(nº1), aquéllas que, normalmente, tampoco viven en una granjita con una caseta de madera y un gallo cantando al amanecer..., pero sí disponen de terrenos a los que acceder desde sus casetas la mayor parte del día, con al menos cuatro metros cuadrados de media por gallina. Se les alimenta mayoritariamente con cereales (si proceden de agricultura ecológica y suponen el 80% de su alimentación, entonces son ecológicas (nº0)) , pero pueden  también picotear y escarbar en la tierra. 
     Hay mucha gente que me dirá que, si compro huevos y carne de gallinas camperas porque las condiciones en otro caso son crueles y extremadamente antinaturales, entonces tampoco debería comprar ternera procedente de explotaciones comunes, ni carcasas de pollo para caldo (que serán de pollos despiezados cualesquiera), ni productos que contengan huevo de gallinas comunes enjauladas, ni comer huevos en un restaurante o un pincho de tortilla en un bar... A lo cual yo responderé que éste es un argumento falaz, y muy manido, por cierto, por aquéllos que quieren excusarse a sí mismos de su propio comportamiento. Como el "yo paso de reciclar porque, total, se lo lleva todo el mismo camión..." o "para qué voy a comprar café de comercio justo si luego lo tomo en tazas del todo a cien". Pues porque algo es algo, porque no podemos controlarlo todo ni tener una conducta 100% respetuosa, ecológica, comprometida...etc, etc... porque en muchos casos, claro que sí, para qué negarlo... sería un sinvivir... 
     A mí no me parece criticable que haya quien siga comprando huevos y pollos normales y corrientes (bueno un poco sí...), yo lo he hecho hasta hace poco y, según qué día me pille y qué necesidad tenga, puede que alguna vez también coja la docena más barata o el pollo de oferta, sin mirar mucho más que el precio. Es cosa de cada cuál, y hay quien no puede descuidar el céntimo en nada, como yo no podía hasta hace bien poquito.
     Sin embargo, como dije un poco más arriba, se trata de cambiar a un producto mucho más caro (en el caso de los huevos casi el doble) pero que vale muy poco dinero... 
 Yo consumiré una docena o docena y media de huevos al mes, así que en mi economía mensual, comprarlos camperos en lugar de comunes me supone una diferencia de unos dos o tres euros al mes... 
      En el caso de la carne, la diferencia a fin de mes puede ser algo mayor, pero sigue tratándose de un producto barato que, generalmente, no alcanza ni los diez o doce euros por kilo.
     El sabor es mejor, la textura es mejor y la vida de las gallinas es... un poco menos "peor"... 



¡¡¡FELIZ MARTES!!!

domingo, 23 de septiembre de 2012

GALERNA

     Pues eso... viento súbito y borrascoso que, en la costa septentrional de España, suele soplar entre el oeste y el noroeste. O mejor dicho... 
 Unas nubes plomizas que van rodeando el cielo después de un día de calor húmedo y bochornoso. 
Y unas mareas raras que van picando el mar en olas pequeñas y alborotadas.
Con concierto de viento y metal en el puerto deportivo, gracias al balanceo de las argollas en los mástiles.
Este sonido me encanta, así que mojarme no me ha importado lo más mínimo... 

¡¡¡FELIZ DOMINGO!!!

P.D: cuñao... espero que las fotos te vayan gustando más... pero creo que necesito unas clases...y una cámara... ¡¡claro!!

viernes, 21 de septiembre de 2012

SOLEDAD

     Con los años me voy acostumbrando a ella, a la soledad física, a la ausencia de personas a mi alrededor, a la falta de conversación, de palabras en el aire, a la quietud y al ritmo de mis propios pensamientos. A la soledad interior sigo sin acostumbrarme del todo, a pesar de tenerla ya más que asumida. 
     Yo crecí en el seno de una familia numerosa, todos mis compañeros del colegio jugaban conmigo y se acercaban a mí con normalidad, y mis padres tenían bastantes relaciones que me reportaban más amigos y tiempo de compañía. Cuando no estaba con alguna de mis hermanas, estaba con algún compañero del cole o algún amigo del entorno familiar. No recuerdo haber desayunado, comido o cenado nunca sola, tampoco recuerdo pasar ratos sola en un cuarto, puesto que siempre lo compartí, hacer sola los deberes, ver sola la televisión o incluso bajar sola a por el pan o a tirar la basura. Creo que la intimidad en el sentido físico es algo que no ha existido en mi vida hasta casi los veinte años. De hecho, mi primer recuerdo de soledad es en la biblioteca de la Facultad, a esas horas que los estudiantes no trabajadores no solían frecuentar, aunque la mayoría de las veces también a estudiar iba acompañada por alguien. 
     Mi vida ahora es exactamente lo opuesto a aquéllo. Hay días que sólo cruzo cinco palabras con la cajera del súper... bonjour... oui... merci... bonne soirée... y lo excepcional es tener compañía, sentir movimiento, personas a mi alrededor, en la misma estancia. Pero no lo digo como una queja o un lamento, de hecho, muchas veces soy yo misma quien busca esa soledad, esa ausencia de estímulos ajenos que me lleva a volcarme en mis propios pensamientos, a darle a las teclas, a los fogones... y a urdir...tramar... rumiar... 
     Hay veces en que eso es demasiado, en que me hastío de mi propia compañía, de la lectura, de la escritura, de la cocina, de la red, de los paseos...
     Pero esta semana todavía estoy muy lejos de ese hastío, porque llevo aún poquitos días sola, así es que espero disfrutar de un fin de semana sosegado con atardeceres como el de ayer: 

 Y con mis mega madalenotas de calabaza para variar un poco mis desayunos solitarios de estos días. 
¡¡¡FELIZ VIERNES!!!

jueves, 20 de septiembre de 2012

QUE TODA LA VIDA ES SUEÑO...Y LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON...

     Cada cual tiene sus sueños...unos más elevados e inalcanzables, otros más asequibles y esperanzadores. Yo creo que soy una persona muy soñadora, y me gusta la gente como yo, la gente que sueña, trama, planea... la gente que siempre está urdiendo, rumiando... como decía mi abuelo. No me gustan las personas muy ambiciosas, ésas que nunca parecen estar a gusto con lo que tienen y se desencantan de algo en cuanto lo consiguen, pero tampoco las demasiado conformistas, las de más vale pájaro en mano... 
     Uno de mis sueños, quizá un poco tontorrón, pero qué le vamos a hacer... tiene que ver con los fogones. Es curioso porque esto de las cocinas me gusta desde tiempos inmemoriales... desde que jugaba con esa cocinita que decora la cabecera del blog, y eso que entonces, y bastante después... apenas sabía freír un huevo. 
     Yo sueño con una cocina grande, amplia, muuuuuuuuuy espaciosa y luminosa, de estilo rústico pero moderna, preferiblemente en blanco y madera, aunque a veces también me gustan con toques de color. 
Que tenga ventanales bajo el fregadero y macetas en los poyetes de las ventanas... 
con albahaca, tomillo, romero, perejil... 
Con una mesa bien grande para desayunar en compañía y alargar indecentemente el desayuno...
Y para invitar a cenar a mucha gente y charlar mientras cocinas para ellos...
E incluso con puertas a un porche donde desayunar y cenar en el verano, oliendo a lavanda y jazmín y contemplando el rocío en los pétalos de las buganvillas... (sí, sí...ya he avisado que es un sueño)
Con uno de esos fogones gigantescos donde siempre hay un kettle (¿cómo se llama esto en castellano? ¿hervidor?porque no es una tetera...) a punto de hervir... 
Uno de esos fogones de estilo retro pero que combinan cocina a gas con vitrocerámica:
Y que tienen tres niveles de horneado que nunca vas a usar a la vez, salvo que, en caso de guerra, tuvieras que alimentar a un regimiento entero... pero que molan muchísimo igualmente:
De momento... me arreglo muy bien con lo que tengo 
(que es muuuuuuuuucho comparado con lo que he tenido en el pasado...)
Y me voy ilusionando con cosas nimias como mi nuevo escurridor de silicona moradito...
Y mis nuevos moldes fucsias de madalenas que voy a utilizar enseguida para probar una receta con calabaza... 
     Cuando tenía veinte años, creía que lograría tener una des estas cocinas (o al menos un sucedáneo satisfactorio...) al alcanzar la treintena... Y aunque dicen que la esperanza es lo último que se pierde... pasando ya de los treinta, dudo mucho tener algo así... siquiera en la cincuentena... 
       Pero bueno... soñar es gratis y la tienda de los moldes está toda al 30% hasta final de mes... así que...ya se sabe... quien no se consuela es porque no quiere...

¡¡¡FELIZ JUEVES!!!