miércoles, 23 de enero de 2013

INDIGNACIÓN PELUQUERA (Y SED DE VENGANZA...)

     Ayer, para qué vamos a negarlo, tuve un día horrible... uno de ésos que desearías, no ya borrar u olvidar, sino rebobinar y volver a vivir de la forma correcta, como debía de haber sido y no como realmente fue... 
     He de aclarar que, de entrada, detesto las peluquerías. El olor a amoniacos y lacas me tira para atrás, odio que me toquen el pelo y la cabeza (bueno, y que me toquen manos extrañas en general). Sufro cuando no me peino yo misma, con cada uno de los pelos que noto que me arrancan o veo que caen al suelo, con cada bocanada de aire caliente que me enchufan mechón a mechón y con ese olorcillo a lana quemada que deja la tortura calórica a que someten las cabelleras. 
     Suelo llevarme un libro para que capten la indirecta de no darme la brasa: unas veces funciona, otras no. Y siempre, sieeeeeempre, se me hace eterno el tiempo que estoy allí y salgo pensando que, al menos, no tendré que volver en los próximos cinco o seis meses. En ese tiempo me corto yo misma el flequillo y, a menudo, también las puntas, hasta que el corte ha perdido la forma y las capas han desaparecido y ya es ineludible volver. El color jamás me lo he dado en la peluquería y ni me lo planteo... sólo de ver las cabezas mechosas de las peluqueras... se me aparecen como imágenes de cubetas con tonos rojizos y mechas tabaco... ¡¡¡aaaaaahhhhhh!!!
     Sólo recuerdo haber salido medio contenta de la pelu un par de veces en mi vida (y mi boda, por supuesto, no fue uno de ellos). Pero ayer... ayer la cosa pasó de castaño oscuro... 
     Digamos que yo entré con el pelo por la cintura y el flequillo de Patricia Conde.
     Y quería salir con un repasito de puntas y capas y el flequillo de Alexa chung.
     Pero después de una hora de machacamiento capilar y estupefacción creciente ante el espejo, salí con una melenita que cae un poco por los hombros y el flequillo... ¡¡¡ay, ay ay el flequillo!!! Que ni en la kale borroka lo llevan así ya... es tan horrible que casi ni me acuerdo de haber perdido la mitad de mi melena. 
      (y si al menos yo tuviera esta cara... pues ni tan mal...) 
    Según salí a la calle me calcé el gorro hasta las cejas, y cada que vez que pasaba delante de un escaparate iba creciendo en mí una sensación... cómo lo diría... una mezcla de impotencia y sed de venganza, de indignación y rabia contenida. 
     Porque yo, que esto es lo mejor de todo, me había decidido a ir a la pelu en plan premio, después de una tarea muy ardua que había ido posponiendo y que conseguí hacer bien. Me dije... "bah...no seas rata... que treinta euros tampoco son para tanto, y para cómo está ya el pelo... sin forma ni nada... peor no te lo pueden dejar..." 
     ¡¡¡Ingenua de míííííí!!! ¿pero cómo pude bajar así la guardia? Me quise premiar por haber sido capaz de enfrentarme a algo chungo y... ¡¡¡zas!!! lo verdaderamente chungo me estaba esperando en las manos de una psicópata tijeril... 
     Sé que sólo es pelo, que crece, que no es nada importante, y que además, la imagen es algo muy subjetivo. Pero no es subjetivo que la peluquera asesina me cortara como a ella le diera la real gana y encima tuviera que soltarle 33E por darme un disgusto, joderme la tarde, la semana y parte del mes (y a dios gracias que me crece el pelo rápido). 
     Y digo yo... si tú vas a una tienda pidiendo un pantalón verde ¿aceptarías salir con una falda roja? Puede que te la encasquetaran en un principio, pero si realmente tú tienes claro que lo que quieres es un pantalón verde, entonces vas y devuelves la falda. El problema es que aquí ya nadie puede devolverme mi pelo y, lo más indignante de todo, es que parece que tienes que pagar y callar, aunque estés totalmente descontenta con lo que te acaban de hacer. Porque no, no soy la única que calla y aguanta los abusos de las tijeras. Sé que a muchísima gente le pasa igual y que nadie, o nadie que yo conozca, se atreve a enfrentarse y negarse a pagar. Como mucho a decir con franqueza que no te gusta y que no te ves bien... pero irte sin pagar... no... eso ya son palabras mayores... y lo cierto es que no deberían serlo. ¿Por qué no nos atrevemos? 
     Yo tengo muchísimas ganas de plantarme allí ahora mismo y pedir que me devuelvan, cuanto menos, mi dinero, porque mi pelo y el disgusto ya es imposible. Pero ¿qué pasaría si lo hiciera...? ¿qué cara me pondrían? ¿qué me dirían...? 
     Por favor... ¡¡¿¿por qué no nos rebelamos ya contra los abusos peluqueros??!! ¿¿por qué tenemos que pagar por algo que nos disgusta?? ¿¿por qué tenemos que aceptar esta tiraníaaaaaaaaaaaaa??
¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!
(pero ni se os ocurra ir a la pelu...)

domingo, 20 de enero de 2013

ORIGINAL SACHER TORTE

     Este verano, por unas cosas y por otras, no pudimos cogernos un tren a Viena y conocer la ciudad. Una ciudad que se nos quedó fuera de ruta también hace un par de años, cuando la tuvimos a tiro de piedra desde Bratislava... También hace ya muuuuuuuuchos más años, tuve que renunciar a una erasmus en susodicha capital por falta de fondos... 
     Pero el caso es que ayer, cuando ya estaba en pijamita y viendo una peli sabadera... me trajeron este trocito de Viena, que me hizo muchííííííísima ilusión: 
Sólo la bolsa... el paquetito... 
 El lazo... 
Ya me parecieron preciosos y súper currados. Pero es que la cajita... 
Es chulísima por fuera... y por dentro... 
 ¡¡¡Tacháááááánnnn!!
     Ya sé que hoy día todo esto es muy normal, pero a mí no deja de sorprenderme que un pastel que estaba en un escaparate austriaco a las cuatro de la tarde, estuviera en mi mesa para el postre de la cena.... 
     Traía también unos libretitos que explican el origen de la tarta, creada por el padre de Eduard Sacher, fundador del hotel que lleva su nombre y en cuya cafetería se popularizó el dulce más famoso de Viena. 
     He de decir que, desde el punto de vista puramente gastronómico, la tarta me ha decepcionado completamente. Es una tarta seca (muy al estilo de las que comimos en Budapest y, en general, muy al estilo germánico, que también es, para "mi" gusto, securrio a tope...). Apenas se nota la mermelada de albaricoque, y la cobertura de chocolate, cuya textura sí es muy agradable (un poco tipo a la de los donuts), está demasiado azucarada (también para "mi" gusto, que soy más de chocolates negros tirando a amargos). 
     Pero en fin, que me ha gustado muchíííísimo el detalle porque me hacen mucha ilusión todas estas cosas, y la caja se puede utilizar para guardar lo que sea. Yo creo que meteré los cortapastas o alguna cosa así, pero ya veremos... igual acaba en el escritorio...

¡¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!!

jueves, 17 de enero de 2013

¿UNOS NACHOS CON GUACAMOLE..?

     No conocía estos vídeos y me han encantaaaaaaaaaaaaaaaaaado. Me gusta un montón toda la animación hecha con plastelina y objetos. Éstos de comida son geniales:

     ¿Y qué tal unos espaguetis?

¡¡¡FELIZ JUEVES!!!
   

miércoles, 16 de enero de 2013

PANEM ET "LLUVIEM"

     Pues como no todo van a ser disgustos inmobiliarios y lluvia y lluvia y lluuuuuuuuuuuuuuuvia...


      Que fijo que hasta los del tiempo están ya aborrecidos de tanto decir chubasco...

  • Hoy
    16 ene
    Lluvia
    Máx. : 12°
    Mín. : 
    Lluvia
    Viento 40 km/h ONO
    Humedad 85%
    Precip % : 98%
  • Mañana
    17 ene
    Nubes y claros
    Máx. : 
    Mín. : 
    Nubes y claros
    Viento 9 km/h N
    Humedad 57%
    Precip % : 15%
  • viernes
    18 ene
    Lluvia
    Máx. : 13°
    Mín. : 
    Lluvia
    Viento 17 km/h OSO
    Humedad 88%
    Precip % : 98%
  • sábado
    19 ene
    Lluvia
    Máx. : 
    Mín. : 
    Lluvia
    Viento 30 km/h ONO
    Humedad 86%
    Precip % : 98%
  • domingo
    20 ene
    Chubascos
    Máx. : 11°
    Mín. : 
    Chubascos
    Viento 28 km/h O
    Humedad 63%
    Precip % : 98%
  • lunes
    21 ene
    Chubascos y claros
    Máx. : 11°
    Mín. : 
    Chubascos y claros
    Viento 34 km/h ONO
    Humedad 55%
    Precip % : 95%
  • martes
    22 ene
    Chubascos
    Máx. : 
    Mín. : 
    Chubascos
    Viento 33 km/h SSO
    Humedad 56%
    Precip % : 85%
  • miércoles
    23 ene
    Chubascos
    Máx. : 
    Mín. : 
    Chubascos
    Viento 25 km/h OSO
    Humedad 49%
    Precip % : 85%
  • jueves
    24 ene
    Chubascos
    Máx. : 
    Mín. : 
    Chubascos
    Viento 22 km/h NNO
    Humedad 68%
    Precip % : 90%
     Me puse a hacer pan para la semana, con una harina de fuerza con semillas y levadura seca, que no la había utilizado antes, salvo para unos panes de hamburguesa. Así lo metí en el horno, con un toque de harina de maíz como para hacerme la guay... jejejeje...
     Y así lo saqué, doradito y muuuuuy blandito por dentro (igual demasiado, quizá tendría que haber trabajado más el segundo amasado para sacarle bien el aire). 
    Pero el caso es que quedó muy rico, sobre todo para ser de las primeras veces que hago. Preparé dos hogazas con medio kilo de harina, una de las cuales desapareció rápidamente, y la otra la hice rodajas. 
     Que guardé en el congelador en paquetitos de dos, para ir sacándolas en los desayunos.
     Directamente del congelador al tostador y se quedan requeeeeeeeete:

     Para dos hogazas utilicé:
     - 500g de harina de fuerza con semillas
     - 9g de levadura de panadería seca
     - un vaso de agua tibia 
     - 2 cucharadas de aceite de oliva
     - 2 cucharillas de sal

     En un cuenco grande puse primero un poquito de agua, con la levadura y el aceite, y removí. Luego añadí la harina, la sal, y el resto del agua (esto es un poco según vaya pidiendo la masa, que tiene que quedar pegajosilla, sobre todo al principio, antes de amasarla).
     Como no tengo amasadora ni esos inventos modernos que no caben en mi cocina y que valen un riñón, pues me curro la masa a golpetazo limpio durante 7 u 8 minutos, hasta que ya no puedo más y me duelen las manos. Entonces lo dejo reposar dentro del cuenco, untado con un poco en aceite para que no se reseque y tapado con un paño húmedo. Dada la escasa temperatura en mi cocina por estas fechas... ejem... lo meto en el horno a 30-40ºC hasta que dobla el volumen. Después se le da un segundo amasado, más leve, básicamente para sacarle el exceso de aire, y se le da ya la forma que se quiera. Se vuelve a dejar hasta que sube de nuevo y se hornea unos 45 minutos a 180-200ºC. 
     La verdad es que hay miles de blogs y vídeos dedicados exclusivamente al pan, así que lo mejor es echarles un vistazo para hacerse una idea de cómo hay que amasar. Es más fácil de lo que parece, eso sí, hay que tener paciencia porque es un rollo esperar hasta que leva y poder hornear.... Pero desayunar tu propio pan... es que no tiene precio.... ya puede llover a mares... 

¡¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!!

martes, 15 de enero de 2013

NO MATARÁS AL VECINO...

     Una de las cosas que más miedo me da, si no la que más, de cambiarme de casa, son los vecinos. He tenido vecinos majísimos, encantadores, y vecinos para salir corriendo o, directamente, sacar la recortada de debajo de la cama...
      Y no... no es divertido y gracioso como en la peli, una de mis favoritas y requetevistas, por cierto...  
     Cuando compartía piso en Madrid, algunos de mis propios compañeros ya eran para echarse a temblar. W y la amargada de su hermana (de cuyo nombre no quiero acordarme), nos robaban hasta los rollos de papel higiénico. Después tuvimos a un vecino que daba porrazos en el suelo y gritaba juramentos por el patio porque taconeábamos de la habitación hasta el pasillo los viernes a las seis de la tarde durante unos veinte segundo aproximadamente. 
     Ya viviendo en pareja, en unos trasteritos reformados a los que llamábamos "áticos"..., nos tocó soportar gritos, peleas y porrazos en las puertas, de un porretilla y su novia, cuyas citaciones judiciales y reclamos de facturas impagadas, siguieron llegando a nuestro descansillo muchos meses después de que se marcharan. En su lugar vino una pareja bakaluti la mar de maja, trabajadores, madrugadores y cero problemáticos, a  pesar de que el bloque entero les hacía el vacío, como a nosotros, por no considerarlos de su mismo y elevado estatus social...
    Unos años después, en Missouri, tuve unos vecinos brasileños adorables, gracias a ella encontré un curso gratuito de inglés por las tardes, pude hacer la compra cuando la nieve me impedía ir caminando y conseguí poner la lavadora con las dichosas monedas de cuarto de dollar. Gracias a él, que nos consiguió la tele vieja de otros vecinos que se mudaban, pude aprender muchísimo inglés con Bob esponja y me enganché a jugar al squash. Además me presentaron a mi amiga L, que fue de las mejores cosas que me traje de aquel lado del charco. 
     Y al volver aquí, nos topamos con el peor vecindario ever and ever... precisamente en el lado francés... que se suponía que era más tranquilo... JO-JO-JO... menudo estreno con el país vecino. Estuvimos más de un año atrapados en un sándwich de megadecibelios, portazos, carreras por las escaleras y mala, malísima, educación. Lo pasamos realmente mal, con la televisión de arriba a todo trapo hasta las tantas de la madrugada y las fiestacas del niñato de abajo un finde sí y otro también. Después de tres avisos a la policía y a pesar del apoyo del propietario para ir a juicio, decidimos que no era nuestra lucha y nos marchamos a una casa más tranquila, la de ahora, aunque también más pequeña, más oscura... más... tetris... 
     Mis primeros vecinos alemanes eran al mismo tiempo nuestros propietarios, que nos alquilaban la parte de abajo de su casa, y desde donde escuchábamos su jacuzzi un par de veces por semana, justo encima de nuestro sofá cama de hormigón armado de la postguerra... porque de verdad que aquéllo no era normal, no sé cómo pudimos dormir ahí más de tres meses y lavar la ropa a mano en la bañera semana tras semana... La verdad es que los abueletes eran majos, pero cada vez que la señora me cogía por banda, me contaba, una por una, todas las pastillas que tomaba y los males que tenía... menos mal que no me enteraba ni de la misa la media... 
     Mis segundos y últimos vecinos teutones, los de este verano, y también propietarios de la casa, creo que han sido los vecinos más freakis que he tenido en toda mi vida... No es que fueran malos vecinos, simplemente diré que el sobrino DJ de la propietaria, hijo semiadoptivo de su hermano gay, que él llamaba hijo pero al que el hijo llamaba tío, y que vivía en el semisótano, donde tenía un estudio de grabación, no limpió ni retiró los envases ni las colillas en los casi tres meses que yo estuve allí... Nunca le vi hacer cosas normales, como llegar con las bolsas de la compra, hacer una barbacoa con los amigos o sentarse en el jardín a tomar una cerveza. Pero bueno... eso quizá sea normal para mí... no para él... Amén del problema que tuvimos con la dichosa basura y de las veces que tuvimos que bajar a decirle que quitara la música... 
     En definitiva, lo que a mí me gustaría (como creo que a muchísima gente) es no tener vecinos, y si alguna vez puedo comprarme una casa que sea verdaderamente de mi elección, procuraré que no haya un alma en, al menos, un kilómetro a la redonda... jajajajaa.... exagero un poco... pero como me dijo el otro día el chico de la agencia inmobiliaria en plan guasa... "es comprensible que de vez en cuando se dé un caso de ésos en que alguien se vuelve loco y mata a sus vecinos...."
     Por eso, a mis actuales vecinos, les llevé estas pastitas navideñas de pistola antes de marcharme de vacaciones (¡¡¡qué bien me quedaron!!! jejeje...)
     Porque lo cierto es que son unos vecinos modélicos, lo que más vamos a extrañar, con diferencia, cuando nos vayamos de aquí (si es que conseguimos irnos, claro...). 
¡¡¡FELIZ MARTES!!!

lunes, 14 de enero de 2013

ALQUILERES Y SINTASOL...

     Con la que está cayendo, hay mucha gente que envidia a quienes no están atados a una hipoteca, porque teóricamente pueden cambiar de casa si los vecinos se ponen morrocotudos, si se les queda pequeña, si aparece una plaga de cucarachas, si abren un garito chundachundero en la esquina o, simplemente, si se cansan y les apetece cambiar de casa, de barrio, de ciudad o lo que sea. Y digo teóricamente porque, en efecto, esto es sólo la teoría
     En nuestra sociedad, desde pequeñitos, nos hacen creer que podemos elegir... que podemos decidir qué ser de mayores, dónde vivir, con quién, cómo... Pero sabemos que la realidad no es precisamente ésa. Trabajamos en lo que podemos (si podemos...), compartimos nuestra vida con quien está dispuesto a compartir la suya con nosotros, y vivimos allí dónde nos llega el presupuesto o donde nos dejan... los propietarios
     Yo he alquilado toda mi vida, desde que tengo uso de razón, primero compartiendo y luego en pareja. En doce años he vivido en seis casas y cuatro países diferentes, todas ellas han tenido sus cosas buenas y también sus desventajas. En algunas sólo he pasado un par de meses y en otras varios años. En la de ahora ya voy por cuatro y parece que no hay modo de dejarla.... 
     Ser inquilino significa que no te comes los marrones de la propiedad, que no pagas un cambio de ascensor, la pintura de la fachada, la reparación del tejado o la visita del fontanero (si no es por negligencia tuya, claro...). Y "esto" es lo único que ven los propietarios: que te dejan "su" piso para que hagas lo que quieras con él, que se lo desgastas, se lo estropeas, no te comes los marrones de la comunidad y cuando surge un problema gordo o encuentras algo mejor, haces el petate y te vendes a otro postor... 
     Pero la realidad de ser inquilino es muuuuuuuuuuy diferente. Nunca, repito, NUNCA, tendrás la casa a tu gusto, a veces ni siquiera mínimamente. Algunos propietarios "te dejan" pintar una pared o cambiar la barra de un armario, siempre y cuando sea para mejora del piso, corras tú con los gastos, y procedas bajo su supervisión. En la mayoría de los casos no puedes hacer nada, repito, NADA. Tienes que aguantarte con unos azulejos de cocina del año catapún (eso si hay azulejos, claro), con un papel de floripondios horripilantes en el pasillo, con un parquet sin acuchillar, con ventanas viejas que no aíslan nada, con cocinas de la segunda guerra mundial y con muebles de lavabo que no desearías ni a tu peor enemigo
     Y esto en el mejor de los casos, es decir, en el de pisos sin amueblar, donde tú puedes, por lo menos, llevar tu sofá, tu mesa, tus librerías... y dar un poco de dignidad al conjunto. En el caso de los pisos amueblados, directamente tienes que mentalizarte de que estarás rodeado de objetos de vertedero, porque eso es lo que hacen la gran mayoría de los propietarios, que en lugar de gastarse cuatro miserables euros en Ikea, van recogiendo lo que ya no quiere nadie y "decorando" con ello los pisos a arrendar. Porque total... los que vivimos de alquiler debemos de ser gente inferior, y por lo tanto, no merecemos las cocinas modernas o los baños reformados que ellos sí tienen en sus casas, como tampoco el sofá nuevo que ellos se compran porque ya no soportan esa tabla rota del antiguo, sino precisamente ése del que ellos se deshacen, que en lugar de ir al vertedero, va al piso de alquiler... 
     Además de todo esto, que al final son cosas estéticas con las que terminas lidiando como buenamente puedes, tienes que aguantar que se hagan los locos cuando hay que pagar al fontanero, que no te quieran dar las llaves del trastero porque lo siguen utilizando ellos, que no te incluyan la plaza de garaje del piso para que así meta el coche su cuñado y que no estén dispuestos a hacer la más mínima inversión en el inmueble (ni para ti ni para los próximos inquilinos) a pesar de los seiscientos, setecientos, ochocientos o novecientos euracos limpios que se están embolsando todos los meses por absolutamente NADA
     Cuando vas a dejar la casa te hacen la vida imposible con las fechas de preaviso, amenazándote con no devolverte ni un euro de la fianza o incluso con llevarte a juicio si no cumples las clausulas del contrato, y los nuevos propietarios no se comprometen a guardarte el piso hasta que puedas dejar el anterior... así que nunca sabes si te quedarás en la calle o terminarás en un sitio peor... 
     En fin... ya comenté aquí mi periplo inmobiliario a la caza de nuevo piso de alquiler, y me reitero en que, de verdad, que no pido gran cosa.... pero pasan las semanas, los meses... y seguimos igual: precios desorbitados, casas-zulo destartaladas y suelos de sintasol.... 
¡¡¡FELIZ COMIENZO DE SEMANA!!!