LINGUINI CON BOGAVANTE

     Pudiera parecer que fue un día fatídico para Armando... pero en realidad yo creo que más bien fue lo contrario. Quiero decir que, dentro del contexto de su funesto destino, acabar en mi cazuela no fue tan malo. Le dimos una muerte rápida, limpia y "considerablemente" digna... Debo decir que yo lo he intentado, pero soy incapaz de abrir a estos bichos en canal, y mucho menos de echarlos al agua hirviendo y sujetar la tapa de la cazuela mientras chillan y golpean con las pinzas... Pero afortunadamente siempre hay un voluntario dispuesto a empuñar el arma letal con tal de participar en el festín posterior, que en este caso fueron unos linguinis o tallarines con una salsa de tomate y azafrán muy sencilla. 

     1º Abrimos el bogavante vivo por la mitad. Aquí yo he leído y visto un poco de todo, hay quien dice que hay que ponerlo boca abajo y clavar el cuchillo en la unión de la cabeza y el cuerpo dándole un corte longitudinalmente, y hay quien sostiene que debe mantenerse boca arriba dándole un golpe justo en la mitad de la cabeza, casi entre los ojos, clavando la punta del cuchillo y empujando con fuerza mientras sujetamos el cuerpo con la otra mano. Al final el pobrecico tiene que quedar abierto en canal, longitudinalmente, y muchas veces continuará moviendo alguna pata... incluso dentro de la cazuela...

     2º En un chorro de virgen extra caliente, ponemos las dos mitades del bogavante y dejamos que suelte todos sus jugos. Sacamos el cuerpo sin dejar que se haga mucho y dejamos las pinzas unos minutos más. 

     3º Mientras vaciamos el bogavante, agregamos un par de ajos laminados, media cebolla dulce y unas hebras de azafrán al aceite y doramos. 

     4º Pelamos y troceamos dos o tres tomates y los dejamos hacer a fuego suave hasta que hayan reducido bastante. 

    5º Echamos un chorrito de brandy y flambeamos, o bien agregamos medio vaso de vino blanco y dejamos evaporar el alcohol. 

     6º Añadimos la carne del bogavante troceada y removemos para mezclar sabores. A mí me gusta rallar un poquito de nuez moscada y darle un puntín de canela... pero esto es al gusto...

     7º Cuando la pasta esté al dente, la echamos a la cazuela de la salsa y removemos.

     8º Se puede decorar con perejil y/o eneldo picado. 

Cómo fardo con las pinzas, que me salieron enteritaaaassss

 ¡¡¡BUEN PROVECHOOOOO!!!