COSTURETAS HOGAREÑAS I

     Normalmente me da muuuuuuuuuuuuuuuuuuuucha pereza sacar la máquina de coser y ponerme a darle al pedal. Y no me cuesta por el hecho de coser, sino por todo lo que lo rodea, que es lo verdaderamente engorroso: sacar la máquina (ahora es más fácil, pero antes tenía que armar un tetris de ciudado), preparar hilo, agujas, botones, cremalleras, entretelas..., sacar la plancha y la tabla de planchar, despejar una superficie para corte, dibujo de patrón o lo que haga falta según lo que se vaya a hacer, llenarlo todo de hilos y jirones de tela que se pisan y viajan por toda la casa... 

     Al final el hecho de coser, que es básicamente pasar el pespunte y poco más, es... coser y cantar... comparado con toda la parafernalia que lo acompaña. 

  Pero bueno, ahora lo tengo muuuuuucho más fácil porque dispongo de espacio, y no tengo que desmantelar todo el tenderete para poner la comida o la cena, así que ayer me quité un poco la pereza y saqué esta tela que había comprado en Ikea para hacer un mantel a mi mesa de la terraza. 

     La mesa (otra pereza que me tengo que quitar YA) está todavía sin pintar, aunque tampoco es que haya hecho muchos días de sol para que se seque la pintura... 

     Soy un poco rollo monocromático y al final la mesa la voy a pintar del verde de las sillas y el mantel lo he cogido de color del la barandilla. Qué aburrimiento.... vale... pero yo qué sé, no se me ocurría otra combinación. 

     Tenía esta tira de puntilla en el costurero, que compré en un mercadillo por algo menos de un euro. Me dio mucha rabia porque, por treinta míseros centímetros, no me dio para bordear el mantel, así que me tuve que conformar con adornar sólo las servilletas. 

     La verdad es que planchándolo bien antes de coserlo, no tardé ni un par de horas en tenerlo sobre la mesa, y me gusta un montón cómo ha quedado. 

      De hecho, me parece taaaaaaaaaaaaaaan bonito, que me da pena usarlo...

      La tela me costó 7 euros, y la tira de puntilla, como era un resto, creo que menos de un euro por tres metros veinte (y no gasté ni la mitad). Así que contanto algo de gasto de hilo y tirando muuuuuy por lo alto, pongámosle algo más de 8 eurillos y una hora larga de máquina, plancha y tijeras. La semana que viene toca pintar la mesa y empezar con visillos y cortinas diversas... 

     Ya sé que luego queda muy mono y da mucha satisfacción... pero no voy a negarlo...también da muuuuucha pereza. 

BON APPETIT!!!

NADA, lecturas mudanciles III

     Es muy difícil explicar cuánto me ha gustado este libro... Simplemente diré que ésta es la clase de libro que me gustaría ser capaz de escribir a mí misma. Y no es porque sea un libro estilísticamente sobresaliente, ni siquiera argumentalmente sobresaliente. Es porque es un libro esencialmente valiente, desnudo, un libro sincero que habla sin tapujos de lo que nadie quiere hablar: ni de amor, ni de violencia, ni de sexo, ni de éxito, ni de fracaso... Nada habla del sentido, sí... del sentido de la vida pero sin las risas de los Monty Python, del sentido de la propia existencia, del devenir de las cosas, del tiempo, del mundo, a través de los ojos de un grupo de adolescentes. 

     Me gusta la forma directa en la que está contado, me gusta el lugar complicado, rayando lo absurdo, en que deja al arte contemporáneo. Me gustan Pierre Anton, su árbol, y el montón de significado. Y me gusta el final, carente precisamente de significado. 

     Al terminarlo, busqué alguna información sobre él y su autora, y me sorprendió increíblemente (casi diría que me avergonzó), leer que había sido prohibida su lectura en algunos centros educativos, que varias editoriales lo habían rechazado por su "rareza" y que algunos padres habían denunciado a profesores que lo habían incluido en sus listas de lecturas recomendadas de curso o se habían negado a que sus hijos lo leyeran... Por otra parte pensé que era lógico, que en realidad corresponde muy bien a lo que se puede esperar de una sociedad que prefiere no pensar y no ahondar mucho en cuestiones demasiado complicadas, demasiado... ¿metafísicas...? 

     Ni que decir tiene que lo recomiendo y que, por supuesto, iría de cabeza a mis lecturas obligatorias de curso para filosofía y ciudadanía. Pero también entiendo que es un libro raro y que puede no gustar, no ser entendido o dejar demasiada desazón en el cuerpo. 

     A mí, sencillamente, me encantó. 

EL LIBRO DE LOS AMORES RIDÍCULOS

     Esta semana he leído a Milan kundera, años después de dejarme sin terminar La insoportable levedad del ser, y no me ha pasado lo mismo... por pura cabezonería y porque el último relato ha sido el que más me ha gustado. No sé si esto es sólo una impresión mía, pero me ha parecido que algunos relatos del principio estaban, de algún modo, relacionados con los del final (y no me refiero al del Dr. Havel, claro, que es evidente que lo está). 

     Es muy interesante el análisis que se hace de las relaciones, no sólo amorosas, sino humanas en general. Me gusta cómo se muestra, con mucho sarcasmo (que quizá es la única forma de poder mostrarlo con claridad), lo absurdo que puede llegar a ser nuestro comportamiento, lo viciadas que están nuestras relaciones por lo social y lo convencional. 

     No es que haya disfrutado mucho con la lectura, porque hay relatos que se me han hecho más pesados y aburridos que otros, pero no deja de ser una lectura curiosa, a pesar de que no es lo que me esperaba por el título y por la portada. 

FIDEUÁ DE BACALAO

     Hacía un montón que no ponía una receta, y la verdad es que ya hace unas semanas que he vuelto a guisotear con normalidad en mi nueva cocina, así que ahí va... 

     INGREDIENTES (3-4 raciones)
     - unos trozos de bacalao desmigado
     - fideos del grosor que se prefiera
     - 1/2 l de fumet
     - 1 cebolla
     - 2 pimientos choriceros
     - 1/2 pimiento rojo
     - 2 dientes de ajo
     - 1 calabacín pequeñito
     - hebras de azafrán
     - sal
     - colorante alimentario

     Lo primero de todo es desalar el bacalao, que para estos trozos pequeños vale con 24 horas y tres cambios de agua. Siempre en la nevera y bien cubierto. 

     Lo segundo es preparar un fumet de pescado. Yo lo hice con una cabeza y espina de merluza que tenía congeladas, una patata, dos zanahorias, una cebolla, sal, pimienta y una hoja de laurel. En la olla exprés quince o veinte minutitos. Se cuela y listo. 

     Lo siguiente es desmigar los trozos de bacalao fijándose bien en no dejar espinas (que es fácil porque, al menos el que yo compro, no trae casi ninguna) y poner a escaldar los pimientos choriceros y sacarles la pulpa. 

      Lo pondremos en aceite de oliva templado (nunca caliente) con dos dientes de ajo sin pelar, y lo agitaremos a ratitos para que suelte la gelatina. No se trata de rallarse mucho porque no es un pil pil, pero el juguillo le dará muy buen sabor al plato.

      Como son trozos pequeños, se harán enseguida (5-6' como mucho con fuego al mínimo), así que lo retiramos y reservamos.

      En este aceite gelatinoso (esa capa blanquecina), sofreiremos primero la cebolla muy picada.

     Y agregaremos después el pimiento rojo y el calabacín, pelados y picados muy finos.

      Pochamos bien y añadimos los fideos (yo puse finos pero lo más típico son los gorditos de fideuá), la pulpa de los choriceros y el azafrán en hebras. 

      Yo hago un agujero en el medio para dejar al azafrán soltar sabor y luego ya lo mezclo bien todo. 

      Ahora sólo queda agregar el fumet cubriendo los fideos y los trozos de bacalao que habíamos reservado. 

      Dejar que haga chup chup... bajar al mínimo, y en cuanto veamos que el fideo ya casi está, tapar con un paño limpio unos minutos antes de servir.

     Et voilà!!! un primero sensacional o un plato único de quitar el hipo... ñaaaaaam, ñaaaaaaaaammm...

ENAMORADA

     Pues sí... tengo que confesarlo... llevamos sólo un mes y medio de relación pero... me tiene enamorada. Es joven, aunque no he podido averiguar su edad exacta..., apuesto y fogoso, pero también es discreto e incluso, diría yo, que bastante silencioso...
     Me tiene cautivada, no lo puedo ocultar.... la vida es más llevadera y agradable con él cerca. No se enfada si no le hago caso en un par de días y luego le doy mucha tarea... él es igual de eficiente, aunque claro está, se toma su tiempo...
     Nunca antes había tenido una relación como ésta...y eso que una tiene ya una edad... Es que fue un flechazo...
     Se llama Lynx, y en cuanto lo vi supe que me mudaría con él de inmediato...

     ¿No me digáis que no es un encanto...?

     Se me nota en la miradaaaaa...jajajajajajajajaaaaaaaaaaaa... 

HASTA EL... ¿50 DE MAYO? ¿60? ¿70 QUIZÁ..?

     Sólo de poner el título a la entrada ya se me han quitado las ganas de escribirla. Es que mira que está cansino, cansiiiiiiiiiiiiino el tiempo este año... y parecemos besugos, claro...

     ¡¡Jajajajajajajajajaja!! qué besugos más chulis me he currao en un momento... Me río por no llorar... 

EL TIEMPO ENTRE COSTURAS, lecturas mudanciles II

     Este libro me tenía un poco cansada y aún no lo había leído... es lo que me pasa con los best-sellers, con los que ya he dicho que tengo prejuicios muy tontos, pero es que aparecen hasta en la sopa y te agotas de verlos por todas partes antes siquiera de haberlos abierto. Me llegó también a través de mi amiga C, que como sabe que yo entiendo de costuretas, pensó que quizá me gustaría más que a ella, que no terminaba de entender por qué todo el mundo lo ensalzaba tanto cuando ella lo encontró agradable, pero sin más... 

     A mí la primera parte del libro me pareció muy buena, me sacó de los taladros, las cajas y otros quehaceres mudanciles y me tuvo bastante absorta. Pero la cosa cambia a medida que el libro avanza, al menos para mí. Cuando la atención va pasando de los personajes a la acción... mi interés disminuye proporcionalmente. A mí no me interesan en especial las tramas de los libros, las considero la excusa para contar lo realmente importante, que es precisamente lo que subyace a la acción, todo lo que ocurre y que está detrás de los meros hechos concretos. Y a partir de la segunda parte del libro, hay una focalización clara en la acción, que se sucede con bastante buen ritmo, pero que a mí ya no me atrajo como al principio. 

     Aún así, lo leí muy seguido y los ratos de lectura se me hicieron muy agradables. Quizá me pareció demasiado inverosímil al final... demasiado poco creíble que una modista analfabeta termine de espía súper glamurosa codeándose con la altísima sociedad del Madrid de la post guerra. Pero bueno... es ficción al fin y al cabo, así que aceptamos pulpo... 

     Al igual que con Maldito Karma, lo recomiendo para sesiones playero-piscineras, para ratos de porche, terraza o sofá entretenidos. Eso sí, lo encuentro a bastante más altura literaria, todo hay que decirlo. Tiene muy buen ritmo, está bien escrito... lo recomiendo en general, a pesar de que no es un libro que me haya impactado (como Purga o Nada), ni que me parezca extraordinario. 

     Por lo visto Antena 3 ha rodado una serie de diez o doce capítulos que se emitirá después del verano, y aunque no tiene mala pinta... todas las escenas de Tetuán, la pensión, la Candelaria y las pistolas  (que, en mi opinión, son lo mejor del libro) se pasa de glamuroso con respecto al papel.

     Se aprecia mejor aquí, en el trailler de antena 3. Habrá que ver... pero en cualquier caso, como siempre: mejor leer el libro primero. 

     

MALDITO KARMA, lecturas mudanciles I

     Lo reconozco abiertamente: por mí misma, nunca habría comprado este libro. El título tiene gracia, pero esa portada... no...definitivamente no es de la clase de portadas que me llaman la atención. La cuestión es que llegó a mis manos a través de mi amiga C junto con Nada de Janne Teller (del que ya hablaré porque decir que me encantó es poco) y con el meganombradísimo Tiempo entre costuras, que yo, probablemente tampoco habría elegido de forma voluntaria, pero que luego disfruté. 

     Maldito Karma es un libro de humor, que literariamente tiene muuuuuuuy poca cosa, pero que hace gracia y es entretenido, algo que para mí fue mano de santo antes de irme a la cama entre cajas de cartón y montones de cosas apiladas los primeros días de la mudanza. 

     Me lo leí rápido, de dos o tres tirones, porque se lee muy fácilmente, y lo cierto es que me olvidé totalmente de los días sin gas con sus baños a calderazos, de los taladros imposibles en los muros de piedra y de mis riñones siempre presentes... 

     Tiene gracia lo de las hormigas, las coballas, las ardillas... aunque el final es, para mi gusto, muy, muy , demasiado tontorrón. Lo recomiendo para pasar un buen rato playero-piscinero y, sobre todo, para una mudanza... jajajajajajaa... pero para poco más... 

VIENTO DEL NORTE

    Este libro llegó a mí totalmente de carambola, y con él empecé el 2013 enganchada, pero sobre todo emocionada, porque este libro me emocionó. Y no me refiero a emoción sensiblera, me refiero a emoción de verdad, a esa especie de éxtasis literario al que a cada uno le llevan unos autores concretos o unas novelas determinadas. La emoción que yo sentí con Viento del norte, fue una emoción del tipo Steinbeck, Delibes... esa emoción de lo vivo, de la tierra, de lo esencial... esa emoción de cuando hueles el ozono después de una tormenta, esa emoción que te agarra a la tierra como si dos manos salieran de ella y te apretaran los tobillos. Esa emoción terrena que precisamente es todo lo contrario...

     Es la emoción que yo busco en la literatura, en el arte, podría decirse incluso que en la vida... y Elena Quiroga, sin saber yo nada de su vida ni de su obra, me dio un poquito de ella por casualidad. 

     Normalmente, salvo excepciones muy concretas, yo compro los libros de segunda mano (o tercera o cuarta o a saber) en rastros, mercadillos o librerías de viejo, por eso voy un poco desfasada con las lecturas.  Además tengo prejuicios muy tontos con los best-sellers y, salvo que me regalen uno, soy muy reacia a comprarlos y a leerlos. Y cuando encontré Viento del norte por un euro y medio en un montón de libros de una colección de hace años, lo que yo creí haber encontrado, porque el título me sonaba, era "esto otro" de lo que había hablado Ro en su blog. Obviamente me equivoqué de libro, de época y de autor... pero ¡¡¡bendita equivocación!!!

     Viento del norte me parece una novela sobresaliente, de ésas que ganaban el Nadal en los cincuenta y que hoy día lo ganarían todo (o no ganarían nada....). Lo disfruté muchísimo y me quedé con ganas de leer más de su autora. Para mí es un recomendable total, y por lo visto debe de haber peli del año cachupi y todo... 

RETO TRECE LECTURAS: MÁS VALE TARDE QUE NUNCA...(espero...)

     Sí, ya sé que estamos a mitad de Junio y casi, casi, a mitad de año...y que el reto de las 13 lecturas para 2013 lo propuso Isthar, como es lógico, allá por Enero. Lo cierto es que yo quise apuntarme en su día, pero lo dudé porque pensé que con la que se me venía encima con el cambio de casa y otros asuntos del ánimo que no vienen al caso, no iba a estar a la altura, o sea, con ganas de reseñar, mostrar y publicar entradas sobre los libros que iba leyendo. Sin embargo ahora veo que sí, que trece entraditas sobre trece lecturas son más que asequibles, y que está guay ir viendo los recopilandos de Isthar y coger ideas. 

     Como digo, espero que no sea demasiado tarde para engancharme, así que reseñaré cuanto antes los nueve libros que llevo leídos hasta hoy, con enlace en los títulos que aparecen en la barra de la derecha, y luego iré añadiendo sobre la marcha las lecturas que vaya terminando. 

     Las reglas del juego eran éstas:
1º Una de ellas tiene que ser un novelón tipo Guerra y Paz, La Regenta, Los miserables...
2º Otra tiene que estar escrita por una mujer.
3º Una tercera tiene que ser un libro de memorias.
4º Por último tenemos que incluir algún género literario que no sea narrativo: teatro, poesía o ensayo.
5º Aunque es opcional, se puede incluir un libro en otro idioma. 

     Yo ya he cumplido dos de las cuatro condiciones:

          Los que más me han gustado son los tres de abajo, aunque Süskind y Calderón no se quedan atrás, pero ya contaré un poquito de cada uno mientras voy con muchas ganas a por las tres condiciones que me faltan. 

FELIZ SÁBADO

NI HABLAR DEL MÁS ALLÁ...

     Lo sé, puede parecer ridículo decir que te agobias por vivir en el doble de espacio que antes. O quizá es que de verdad es una afirmación ridícula... Pues vale, es ridículo, y por eso la gente me mira con cara de "eres ridícula" cuando les digo que después de un mes aún no me hago a los nuevos espacios. Lo cierto es que me está costando sudores hacer mi hogar en este sitio nuevo, diferente y extraño, a pesar de que todos los parámetros debieran empujarme drásticamente a lo contrario: luz a raudales, espacios amplios, cocina maravillosa, techos altos, puertas, ventanas y molduras blancas y preciosas, balcones... ¿qué más se puede pedir? 

     Hombre... siempre se puede pedir algo más... una tercera habitación, un baño moderno, una buena terraza (un jardín, ya puestos...) o un soterramiento de la carretera que me ameniza el salón... Pero no, no voy a pedir nada de momento, sólo tiempo para irme adaptando y que todo vaya quedando tan chuli como la mitad izquierda del salón que inauguré ayer con un cafelito, sentada por fin en mi chaise longe de las oportunidades del Ikea, rebajada y reteñida, que me ha quedado muuuuuuuy molona:

     Lo que no me explico de ninguna de las maneras es cómo leches puede faltarme taaaaaaaanto sitio en las estanterías si ahora tengo un módulo más que antes...

     Otro día hablaré de la escandalosa bajada de calidad de las billy, hoy voy a sentarme a contemplar mi obra y a disfrutar de mi recién estrenada conexión a internet hasta que se me quede el cuerpo en plan paciente de Freud. Mañana ya pensaré en el más allá... que sigue acartonao, amontonao y arrebujao...

     Y con la tontería ya es fin de semana... Junio y, casi casi, parece que hasta verano... (estoy por descorchar algo para celebrarlo y todo...)

¡¡FELIZ VIERNES!!