Ayer vi esta película francesa del año 2007. Es sencilla, y por eso me gustó. Por eso...y porque ridiculiza el rollo esnob de las grandes ciudades y del mundo del arte. Eso me encantó, claro, he de reconocerlo.
Va de un pintor que regresa al pueblo donde creció, y allí contrata a un jardinero que resulta ser un antiguo compañero de colegio. Esto provoca que retomen su relación, y a partir de ahí se va mostrando el contraste entre sus maneras de pensar y de ver la vida, algo que enriquece a ambos, pero que, sobre todo, hace al pintor replantearse su manera de actuar y de vivir.
FELIZ LUNES DE FINAL DE MAYO... aunque parezca de Noviembre...
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