
Para la masa:
- 150g de tofu japonés
- 3 lonchas de salmón ahumado
- 1/2 puerro
- 1/2 cebolleta o 1 chalota
- 2 ramas de eneldo fresco
- nuez moscada rayada
Para el rebozado:
- huevo batido
- pan rallado o salvado de trigo/avena
En primer lugar ponemos a pochar el puerro y la chalota o cebolleta, muy picaditos, en un pelín de oliva virgen. Salamos una pizca para que sude (ojo porque el salmón ahumado suele salar mucho). Vamos cortando el salmón en tiras finas y luego en trozos más pequeños y lo agregamos al sofrito. Mezclamos y esperamos que el salmón se ponga un poco rosa y vaya soltando sabor. Añadimos el eneldo bien picado, pimienta negra molida al gusto y rayamos un poco de nuez moscada. Apagamos el fuego y dejamos atemperar.

Ahora ya solo falta moldear las croquetas (yo utilicé una manga sin boquilla) y pasarlas por huevo y salvado de avena o de trigo. Yo utilicé este último porque me parecía un "desperdicio" utilizar el salvado de avena en esto, que lo uso siempre para el pan, pero creo que quedarían mucho mejor que con el de trigo. De todos modos es por darles un poco de presencia croquetera, porque al hacerlas al horno en lugar de freírlas, tampoco le aporta mucho el "rebozado".

Más adelante intentaré de otros sabores, pero la dinámica es la misma, sustituir la bechamel por una masa de tofu triturado, con la ventaja de que no hay que dejarlas reposar en la nevera... (algo positivo hay que sacarles ¿no?). También se me ocurrió que, si a esta masa le añadiéramos huevo batido y lo horneáramos, quizá podríamos obtener una especie de pastel o suflé peculiar...pero eso aún no lo he probado.
Espero que os guste.
¡¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!!
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