miércoles, 22 de agosto de 2012

TODO LLEGA...O, AL MENOS..., ESO DICE MI SUEGRA...

     Yo me la quedo mirando con cara de "sí... y no..." pero como no me voy a poner en plan "profesional" con ella, pues me quedo con el runrún del... todo llega... todo llega... ¿todo llega..?
     Pues a ver... no. No todo llega, para algunas personas hay cosas que, desgraciadamente, no llegan nunca. Para algunas personas hay cosas que, afortunadamente, no llegan nunca. 
     Aunque si nos referimos al tiempo, sí... claro... más o menos, todo llega, al menos si uno no estira la pata por el camino (¡¡toquemos madera!!). 
     Cuando en Junio se hizo inminente mi llegada a estas tierras, Septiembre me parecía lejanísimo, como si no fuera a llegar nunca, pero ahora queda una semana escasa y tengo una extraña mezcla de deseos de volver y de necesidad de aprovechar los días que me quedan. Se acercan también algunos acontecimientos que parecían perdidos al final del calendario, y cuando lo pienso, las fechas me pasan por delante y casi me veo ya sentada a la mesa de navidad... Lo cierto es que me agrada y  me aturde a partes iguales, como ocurre siempre con el paso del tiempo. Primero quieres que las cosas lleguen, luego que no se vayan, pero una vez que se van, deseas que se marchen del todo y vengan otras nuevas rápidamente. Si se piensa, es una cosa bastante absurda, porque vivimos deseando algo que ya sabemos que se va a desvanecer en el momento mismo de comenzar a darse... pppppfffffffffffff... al final me pongo en  plan profesional... ¡¡ahhhhhjajajaja!!
     Todo esto venía en realidad porque ayer fue un día importante, al menos durante 6 ó 7 minutos aproximadamente. Llegué medio derretida al centro comercial, bici bajo la solana a 31º de por medio, y lo vi escrito en la pizarra: "espresso maquiatto", un cortado vamos... Así que con toda la cordialidad y la cara de "por favor, por favor, por favorrrrrrrrrrrrrrrrrrr" de que fui capaz, le pedí a la chica, "bitte sehrrrrrrr" un vaso con hielos para el café, no un hielo, sino un vaso normal lleno de hielos. Me miró un poco de reojillo pensando que menuda geta tenía en pedirle hielo para el agua (el vasito pequeño que te suelen poner en la bandeja del café, para después), que ella también tenía calor (porque en el centro comercial no hay aire acondicionado) pero el hielo no es gratis (normalmente ni el agua). El hecho es que me sirvió esto y casi me aupo sobre la barra para besarla: 
     Alzaba la vista para ver lo que hacía con los hielos, porque no se creía, claro, que fueran para el café, hasta que lo vio con sus propios ojillos cristalinos... en conjunto con mi cara de felicidad. 
     Me supo a gloria bendita, de verdad, estaba francamente bueno, el Segrafredo y el Lavazza siempre están buenos en las cafeterías (no así en la cafetera de casa...) y ya me quedé contenta para toda la tarde. 
     Por supuesto, me acordé de mi suegra, que siempre dice que todo llega, porque yo pensaba que me marcharía de Baviera sin haber tomado un café realmente bueno y, como muchas otras cosas, ha terminado llegando... 

¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!

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