lunes, 25 de julio de 2011

BACK TO BLACK

     A mí me gustaba Amy, su música, su voz y ella. Me gustaba que viviera según su propio criterio, o más bien sin criterio alguno, según le venía al pairo, y que se pasase también por ahí el maldito "qué dirán". Me parecía una tía auténtica, perdida y sola, pero auténtica. Tristemente (al menos para nosotros, para ella quién sabe...), ni siquiera encontró en la música consuelo suficiente. Tampoco se la puede culpar, no yo, al menos.


     Descansa en paz. 

2 comentarios:

  1. Al final nos quedamos todos sin verla...

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  2. Pues sí...es triste y egoísta, pero es una gran faena que de repente desaparezca gente capaz de hacer sentir algo grande a los demás, así...como el humo. Pero es lo que tiene la muerte, a los vivos nos supera, y a los muertos no sabemos...

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