Hay días tan desastrosos que son para olvidar. Otros, sencillamente, para cabrearse. No es que sean días horribles en los que pase nada catastrófico, pero pequeñas gotas van llenando el frasquito del cabreo. Ayer fue un día de ésos. No estuve súperenfadada, ni depre, ni me lié a voces con la tontalaba que casi atropella mi bici...., pero de la mañana a la noche fui pillando cabreíllo.
Me desperté con lluvia, frío, e indignación en la red. Comí con todos los telediarios alemanes poniendo verde a Spanien por pedir un rescate para su banca, con ciudadanos opinando en la calle si era justo darnos "su" dinero después de nuestro comportamiento despilfarrador y nuestra mala gestión, merendé un café amargo y aguado en el sitio más cutre en 5 o 6 Km a la redonda y cené medio entrecot recocido...
Aunque a las cinco de la tarde ya tenía un semicabreíllo ronronero, me propuse evadirme y disfrutar de lo que quedaba de día, proponiendo salir a "merendar"... ¡¡En mala hora!!
Vivo en baguetteland...debería saberlo, debería estar acostumbrada y curada de espanto... pero la esperanza nos nubla el sentío... y allá que fui yo, ¡¡ilusa de mi!!, a buscar un lugar donde degustar una meriendita, sentada, y a las 6 de la tarde... jojojo... ¡y qué más? sólo me faltaba pedir un pintxo de tortilla.
Las dos Cafe-bäckerei cerradas... la bäckerei-konditorei recogiendo el display y limpiando las mesas a las 6... bistro...bistro y bistro.... ¡¡cerrados!! Sólo abiertas las heladería y los restaurantes, pero es que yo no quería un helado y, seré lo peor y no me adaptaré, pero cenar a las 6 me supera por todos los poros de mi piel...
Al final acabamos en las mesas de jardín plasticosas de una pensión hiper freak donde nos sirvieron la peor cerveza de los últimos tiempos (que igual era hasta Heineken, y que me perdone la marca, pero una heineken en Baviera es como una paella findus en la albufera de Valencia....un poquito de... ¡¡por favor!!).
Lo bueno (sí, sí, que yo intento quedarme siempre con lo bueno, lo juro) fue que atravesamos estos campos de cereal (no puedo precisar si era trigo, cebada o trigo sarraceno...no llego hasta ahí) y que la luz del atardecer entre nubes y claros le daba un color precioso a las espigas.
Además se oía cantar a alguna cigarra de vez cuando. Cigarras lights, cigarrillas teutonas que arman muy poquito ruido al lado de la auténtica cigarra escándalo mediterránea...pero bueno, algo es algo...
Antes de volver a casa quise pasar por la droguería, pero como eran más de las 7... ¡¡cerrado!! Corrí al súper antes de que también me dieran con la puerta en las narices y pensé que hoy al despertar merecería una muffin triple-schokolade, para resarcirme por mi no-merienda del día anterior.
Masa de chocolate, virutas de chocolate, y centro cremoso chocolatoso... zu viel!!
Ahora creo que debería correr una maratón para compensar el subidón de glucosa que tengo circulando en sangre... ¡¡¡MARE MEUAAAAA!!!
¡¡GUTES WOCHENENDE FÜR ALLE!!
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