BÁVAROS, VASCOS...Y VERANOS QUE SON UN FIASCO...

     Pues eso, que si algo he aprendido hasta ahora, es que, aparte de que se come y se bebe sin limitación alguna..., si algo tienen Bayern y Baskenland en común, es que el verano es un auténtico fiasco. Te puedes levantar con un sol de justicia y comer a treinta y dos grados, para terminar el día cenando a dieciocho bajo un tormentón apocalíptico. Puedes necesitar sandalias, gabardina, bikini y forro polar en un sólo día. Pero como yo ya me las sé todas y estoy acostumbrada al verano norteño, comprendo que unas horas de sol y calor valen su peso en oro, y que si no las aprovechas, el verano te pasa por delante más deprisa que el Phelps ése. 

    Así que esta mañana, a pesar del pronóstico tormentoso para el medio día, yo he mirado al cielo y he cargado mi bici: 

     Me he plantado en plan veraniego total, y me he dado unos buenos chapuzones entre "lectura" y "lectura" (lo digo entre comillas porque leer... lo que se dice leer... no se le puede llamar, pero bueno... yo lo intento  y me ayudo de las imágenes... ejem... y luego ya a mi libro en la lengua de Cervantes, por dios... ) 

     Lo mejor ha sido el tupper que me había preparado de sandía, y que además estaba buenísima (la primera con "sabor" que como en todo el verano) y bastante fresquita todavía. Luego, como veía que la tormenta anunciada no llegaba, y me daba rabia irme para casa con ese solazo, a puntito he estado de lanzarme a un curriwurst a eso de las tres, pero he resistido... 

 La tormenta llegó finalmente... natürlich... así que se acabó el piscineo por unos días... habrá que buscar otras labores para el fin de semana, pero... ¡¡que me quiten lo bailao!!