Es increíble cómo a veces uno puede leer sus propios pensamientos en las palabras ajenas. Por una parte sientes una cierta tranquilidad, pues comprendes que no eres el único que siente de ese modo, pero por otra.. todo lo contrario... te agarra un tremendo desasosiego porque piensas que si eso fuera tan común y corriente... quizá no valdría el par de páginas de un libro...
"Tiene que ver con el carácter transitorio de todas aquellas personas en sus salas de estar, en sus casas, en sus edificios, en sus barrios con proyectos urbanísticos donde una calle lleva a otra y una plaza enlaza con otra a través de esas calles.

Herman Koch, "La cena", págs. 186-187, Salamandra, 2012.
Empecé ayer el libro y seguramente lo terminaré hoy. Soy de esa clase de lectores que, una vez empieza, no puede dejarlo, tengo que leer y leer hasta saber qué pasa, cómo termina, por eso leo a trompicones, o mucho, o nada. Es una cuestión de curiosidad narrativa pero también, digamos, intelectual o... no sé cómo llamarlo...pero tengo que saber cómo el autor decide terminar la historia, cómo se las arregla para darle un aire de conclusión, un sentido de finalidad que resulte creíble a los lectores y sea, más o menos, satisfactorio.
Hoy el tiempo se ha vuelto a poner pachucho, así que me enfrascaré en las cien páginas que me quedan. Luego... ya veré... pero justo dentro de una semana estaré avanzando a cientos de kilómetros de aquí, así que debo ir pensando ya en maletas y embalajes... uuuuuuuuuuffffffffffff...
¡¡¡FELIZ JUEVES!!!
Merlucy!!! Es el siguiente en mi lista. En dos días termino el del abuelo y voy a por él. Todo el mundo habla muy bien de este libro. Ya me contarás.
ResponderEliminarBesos.
Está muy bien, se lee rapidísimo, aunque el final... me parece demasiado... no me ha convencido del todo. Tiene que tener una historia, claro... pero lo más interesante no es la historia en sí. Es muy recomendable.
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