Ni rastro de la casa de muñecas del sábado pasado... snifff, snifff... busqué y busqué, pero ni siquiera encontré el puesto donde la vi hace una semana. Cosas del mercadilleo... siempre pasa: c'est la vie!!
Sin embargo, me encontré este juego de café súper retro que me encanta, sin tazas, eso sí, pero por la irrisoria suma de un euro la pieza. De estas cosas he visto y veo miles en casi todos los mercadillos, me alucinan y me las compraría todas, pero casi nunca lo hago por: a) falta de espacio en mi casa-no mi casa, b) falta de sótano y/o trastero, y c) falta de línea decorativa clara dado a).
Aún así, hay cosas que me llevo de vez en cuando, porque me da el punto o porque son insoportablemente baratas. Luego se quedan cogiendo polvo en un rincón de casa-latasardinas, inutilizadas y casi invisibles, sepultadas por montañas de libros y otros enseres amontonados en un espacio injustamente pequeño para el valor que albergan... he dicho...
Esta cafetera, lechera y azucarera, al igual que si hubiera encontrado la casa de muñecas, y como otro montón de trastos que hemos ido adquiriendo, las van a pasar canutas para llegar sanas y salvas a 1500km dentro de un mes, pero por tres euros... tenía que arriesgarme. No me quiero imaginar cómo va a volver el coche, pero seguro que el consumo de combustible se duplica y nos registran en todas las fronteras... ejem...
¡¡¡FELIZ DOMINGO!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario