miércoles, 12 de septiembre de 2012

RUTINAS

     Poco a poco, como casi todos por estas fechas, voy recuperando mis rutinas. En la mayoría de los casos esto está relacionado con la vuelta al trabajo o a las aulas, en el mío no, o al menos no del todo. Sin embargo, a medida que nos vamos haciendo mayores, parece que se hace inevitable adaptarse a unos hábitos, o más que adaptarse, yo diría casi que aferrarse... Hay quien reniega mucho de ello, asegurando que la vida rutinaria se vuelve enseguida tediosa y soñando con las vacaciones o las pequeñas escapadas de ese día a día constantemente. Pero yo creo que en fondo, a todos nos gustan nuestras rutinas, no todas, obviamente, pero todos hacemos cosas de un determinado modo y nos gusta que sea así, disfrutamos repitiéndolas y teniendo conciencia de que podremos volver a repetirlas otra vez, y otra, y otra...  
     A mí hay cosas de mi vida que no me gustan nada, y soy mucho menos disciplinada de lo que me gustaría  (yo diría que incluso muchíííííisimo menos). Cuando me topo con esas personas capaces de cumplir férreas disciplinas, debo admitir que siento una punzada de envidia, pero entonces me acuerdo de Kant... jajajajaja... del que dicen que tenía que leer, escribir y hasta pasear exactamente a las mismas horas cada día... de lo contrario le aquejaban fuertes dolores de cabeza y un tremendo malestar, y me digo que ceñirme a hábitos cerrados y pesadumbrosos no puede conducir a nada realmente brillante, que la creatividad viaja por senderos libres y cambiantes, así que como siempre... termino en plan mucho más aristotélico, concediéndome que la virtud está en el término medio, y que ya tengo bastante con esas pequeñas rutinas diarias que me salen cada día de forma más natural agradándome por igual día tras día. 
     Me gusta salir de casa doblando la esquina a la derecha, para ver al fondo la ría, aunque luego vaya a otro lugar: 
Me gustaría ser constante con mis paseos por el puerto, porque cuando bajo, siempre me digo que debería hacerlo más a menudo, porque me relaja, me desentumece... y porque es un placer para la vista...
     El otoño se acerca poco a poco... lentamente (como debe ser...que luego el invierno parece eterno), y va dejando preciosas estampas anaranjadas, que también ayudan y animan a volver a las rutinas y los hábitos de siempre:

¡¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!!

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo. Las rutinas son muy importantes para que las cosas funcionen, aunque sin exagerar, claro.

    Besos.

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