lunes, 1 de junio de 2015

FRANCHUTEANDO 6/36: MANGEEEEERR

     Una de las cosas que me estresaban un poco al venir aquí era el tema de la comida, no porque en Francia se coma mal, que obviamente no, todo lo contrario, sino porque para comer bien también hay que pagar bien. Lo que quiero decir es que, en España, en mi opinión, es difícil comer mal, incluso si se tiene un presupuesto reducido, aunque desgraciadamente esto está cambiando a peor día tras día. En cualquier bar tienes un menú asequible y medianamente casero, unos buenos bocatas o simplemente unas tapas o unos pintxos que te quitan el hambre por unos pocos euros. En Francia no, aquí los menús son caros y escasos, y la materia prima deja muchísimo que desear incluso en restaurantes de tipo medio, te plantan lechuga iceberg, guisantes de bote o colín de alaska congelado como "pescado blanco" y se quedan tan campantes. Y en el súper la cosa no es mucho mejor, especialmente con respecto a productos frescos: la fruta es como un lujo para las clases altas:
    Para muestra un botón: sandías tamaño coco a seis euros la pieza...si mi abuelo levantara cabeza...¡¡que a diez duros la arroba le parecía un escándalo!!! La verdura fresca es más de los mismo y el pescado mejor no hablar... 
    Sin embargo, y aquí va mi tema de hoy, con los menús del restaurante universitario estoy gratamente sorprendida. No es que la comida sea excelente, de hecho es bastante batallera, abusa de congelados y de salsas y repite sobras de un día para otro sin pudor. Pero el menú cuesta 3,20... es abundante, incluye una miniensaladita y siempre tiene verdura. 
      Me fastidia que todos los yogures sean enteros y que la única fruta para elegir sean sieeeeeeeeeeeempre manzanas y plátanos. 
     También noto mucho un exceso de hidratos de carbono, pero claro... un menú de ese precio, pues se tiene que rellenar con algo barato...
     El pan también da mucha penita.. sobre todo en su cuna... ¡¡en la meca del pan!! y me da rabia tener que coger una barrita entera porque jamás llego a comerme ni media.
     A pesar de todo, como digo, estoy sorprendida muy gratamente, si en mi Facultad hubiera un comedor así, con esos precios y ese estilo de comida, no andaría todos los días con el tupper en ristre. Así que lo que me pregunto es... ¿Cómo es posible? ¿cómo es posible que en un país donde alimentarse es más caro, lo mismo la lista de la compra que la cuenta de un restaurante, el menú universitario cueste la mitad? En mi Facultad el menú, que suele ser un rancho sólo comestible por veinteañeros incapaces de freír un huevo, cuesta 6,90, más del doble de lo que me cuesta aquí, y no creo que ni cogiendo todos los extras que hay en el bufet llegara a los 6,90...pero un día de éstos voy a hacer la prueba. En mi facultad no he comido de menú jamás en los casi dos cursos que llevo, ni siquiera un bocata...lo máximo un pincho de tortilla por causa de fuerza mayor. Aquí no he comido en casa ni un sólo día desde que llegué... aunque también hay que decir que ni tengo tiempo de ir a comer, ni tengo dónde cocinar decentemente. 

2 comentarios:

  1. Bueno, bueno y me lo estaba perdiendo! Pero ya me he leído tus entradas francesas y, sin desperdicio para variar.
    No tienen mala pinta esos menús, aunque del café mañanero no puedo decirte lo mismo, aunque ese tema ya lo tienes solucionado.
    ¿Cómo van las clases? Un besico!!! Hablamos!

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    1. Lo del café lo solucioné enseguida, y menos mal, porque yo sin café... no funcionarrrrrrr. Las clases van bien...pero ya voy notando muuuuucho cansancio de todo el año... más el pasado...

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