jueves, 13 de enero de 2011

CABALLITAS...DE MAR!!!


Empezamos pronto este año con los verdeles... Así como a la rebajas hay que ir con las ideas perfectamente claras y preconcebidas para no salir con tropecientas cosas innecesarias que quizá no te pongas nunca...a la pescadería hay que ir sin ideas fijas. Con que yo salí contentísima ayer de las rebajas, con mis vestidos super ganga y ánimo cocinero. Después de tanto festín, quería darle un respiro a mi estómago, así que me fui a la pescadería pensando en lenguados, merluzas y rapes...pero salí con media docena de verdeles, una palometa y un kilo de txipirones. La palometa fue un flechazo; la vi e, inmediatamente, mis ojos hicieron "chick-chick", pero no con el símbolo del dolar, sino con tomate casero de verdurita. Qué rica me salío, y hoy, el tomate sobrante, con arroz y huevo...mmmmmmmm...

Total, que vi las caballas de lejos y pensé...un poco pronto, no estarán buenas...pero me acerqué y no pude resistirlo. Estaban caras para lo que son las caballas, más de cuatro euros el kilo, pero brillaban tanto que parecía que me llamaba... "escabéchanooooossss, escabéchanooossssss" Y claro, les hice caso...
Yo preparo un escabeche ligerito de vinagre, y me gusta ponerle mucha verdura, laurel, ramas de tomillo y romero, bolas de pimientas de colores...lo que pillo vamos.
 Esta vez he usado una cebolla y media picada en tiras, un puerro, dos pimientos verdes, un trozo de calabacín y dos zanahorias. Todo eso lo dejo pochar a fuego medio en 6 vasos pequeños de vino (los de chato) de aceite de oliva, y cuando está toda la verdura hecha, agrego un vaso y medio de vinagre (de vino blanco o de sidra) y entonces sumerjo los verdeles y los dejo 10-12 minutos. Como no voy a embotarlos todos (suerte si llega alguno al bote...jajajajaj), los he hecho en el mismo aceite en dos veces, primero tres y luego otros tres, porque no necesitaré demasiado aceite para la conserva.
Mientras se enfriaban me he ido al súper a por pinienta en grano para mi nuevo molinillo (lo dejo para otra entrada) y no he podido soportar el olor a baguete calentita...así que he cogido una y bocadillo de caballa al canto para merendar.
Parece que están nadando en la cacerola...jajajaja!!!! Qué bonitas que son, me encanta el dibujo y el color azul verdoso plateado de su piel. Yo les quito la cabeza y les limpio todo lo que puedo la parte de la tripa debajo del chorro del frigo. Hay quien las hace filetes antes de cocinarlas, pero a mí me parece muchísimo más fácil echarlas enteras y desespinarlas una vez se han enfriado.
Así es como quedan, se les saca la espina central muy fácilmente, y el resto pues a mano y con paciencia, aunque si son para embotar, el escabeche deshace gran parte de las espinas pequeñas. Los botes los hago mañana, que hoy ya he puesto bastante perdida la cocina...

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