Me voy despidiendo del barrio en el que he pasado las últimas diez semanas, que dicho así suena muy corto, pero que a veces se me ha hecho muy largo, aunque mirado ahora, con retrospectiva, es casi como si no hubiera pasado el tiempo, como si hubiera llegado la semana pasada y aún me quedara mucho por delante, y no sólo tres días de empaquetar, recoger y despedir...
La verdad es que, aparte de ver casas, había poco que hacer por los alrededores..., pero las hay muy bonitas:
Es muy típico rodear las ventanas de trampantojos, que parecen marcos reales desde lejos.
Las hay auténticamente de cuento...
Con mucha vegetación y tejas anaranjadas con forma de escamas.
Ahora que han empezado a caer las bellotas y las avellanas, es fácil cruzarse con alguna ardilla.
Hay quien se curra muchos detalles... y hasta el buzón es peculiar...
Este mural me parece muy bonito, decora el muro de una escuela.
Y llena de color una calle bastante gris.
Otras casas son completamente de madera y casi todas tienen este tipo de balcones.
¡¡¡FELIZ (e inveral...) DOMINGO!!!
Me parece un sitio muy bonito.
ResponderEliminarBesos.