martes, 6 de noviembre de 2012

FRÍ ÍÍ ÍÍ Í ÍO

     El frío no ha sido un gran problema para mí hasta hace un par de años. Viví unos mesecitos a cero grados...fahrenheit. Cuando cogía el bus para ir a la uni, a horas intempestivamente tempranas, el termómetro de la esquina daba bastantes escalofríos. En casa de mis padres la calefacción se ponía sólo un ratito después de comer, y en las casas en las que he vivido posteriormente, ni siquiera tenía semejante cosa. Nunca he usado camisetas interiores y me he puesto leotardos debajo de los pantalones sólo en contadísimas ocasiones (básicamente en las relacionadas con el invierno francfurtiano). Y aunque siempre he llevado las manos y los pies un poco fríos, me agobian las bufandas, la ropa gruesa, las capas de prendas, las calefacciones de casi todos los sitios (especialmente las de los coches), los abrigos grandes.... 
     Pero lo que me pasa ahora.... no es normal. 
     Cuando salgo a la calle... no es que se me enfríen los pies... es que en un par de minutos, da igual el tipo y cantidad de calcetines que lleve, se me agarrotan los dedos, la parte delantera del pie se me queda tiesa y camino sin sentir sobre qué lo hago... aguanto un ratito, y cuando ya no puedo más, entro en alguna tienda y espero a que, poco a poco, la sensibilidad vaya regresando a mis dedos, hasta que noto de nuevo que tengo algo más allá del tobillo. Entonces salgo a la calle y... otra vez.... Eso que ahora vivo en un sitio cuya temperatura media invernal oscila entre los ocho y los quince grados... ppppffff... 
     Pero mi mayor calvario no llega hasta bien entrada la noche, cuando me meto en la cama y, después de un ligero regocijo inicial, los escalofríos que empiezan a recorrerme la espalda, me sacan de mi letargo. No importan las capas de ropa que me ponga, lo único que los aplaca es poner la espalda contra el colchón... pero es que yo duermo de lado... 
     Todo esto se supone que está relacionado con una ligera disfunción de la glándula tiroides que me fue diagnosticada hace poco, pero la disfunción es muy ligera y mi frío espaldo-pedil es muuuuuuuuuuy intenso. Y la verdad es que no sé qué más hacer. He probado camisetas térmicas (y los cuellos me agobian muchísimo), doscientos pares de calcetines debajo y encima de las medias, bolsas de agua caliente... ayer mismo dormí con dos jerseys de mi marido encima del pijama, agobiada con tanto cuello y tanta manga pero desvelada por los escalofríos en la espalda... He pensado hasta en comprarme una tela de borreguito para hacerme una especie de chaleco nocturno, y no dudaré en hacerme con uno de estos ridículos  calientaespaldas en cuanto los vuelva a ver en el Lidle: 
     También he pensado en hacer un destrozo al cuello de los térmicos de decathlon, que total, valen cuatro duros. Pero también digo yo que, si esto es para llevar debajo de la ropa..., lo podrían apropiar un poco a tal fin ¿no? porque con ese grosor, color y pedazo de cuello... poco más te puedes echar encima...
     Y mejor no hablar del tema calzado porque... las cosas como son... yo, a menos que sienta indicios reales de congelación... no me voy a poner esto: 
(muuuuuy gore... ehhhhhjejejeje)
     Pero es que casi cualquier zapato mínimamente admisible, puede tener consecuencias frigoríficas escalofriantes... Por favooooooooooorrrrrrrrr de la vidaaaaaaaaaaa... S.O.S.

 ¿Qué puedo haceeeeeeeeeeeeeer? 

1 comentario:

  1. Hola Lu, estas reflejando mi p... problema con el frío palabra por palabra.
    El p... tiroides o la falta de él nos mata..... de frío.
    Aún teniéndolo controlado,como es mi caso, la verdad es que tenemos intolerancia al frío, así sin más.
    En verano con chancletas a las 8 de la tarde tengo los pies como los pingüinos...
    En invierno no te puede faltar la manta eléctrica en la cama, calentita y peligrosa a la vez.....
    En cuanto al calzado, en el primer mundo (USA) jajajaj
    venden una serie de botas con calefacción incorporada, alimentadas por una pila,que me temo esta temporada hemos de comprar.
    Dos pares y que nos hagan alguna rebajilla
    Los de Merca me miran de reojo en septiembre con mi plumas bien cerradito paseándome por el pabellón y preguntándome: ¿ en invierno que te vas a ponerrrrr?
    Te acompaño en el sentimiento.....

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